Cooperativa de Editores de Medios de Buenos Aires
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Teatro sin Teatro: volver a crear en una experiencia híbrida y experimental

El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y Timbre4 (Boedo 640) realizaron una convocatoria y eligieron 10 piezas para el proyecto Teatro sin Teatro. Esta propuesta “busca apoyar y promover la producción de obras en formato audiovisual, diseñadas especialmente para ser transmitidas online”, dicen fuentes oficiales. Desde la revista hablamos con Valentino Grizutti y Laura Correa, dramaturgos y actores que pasaron por salas del Abasto y ahora son parte de este proyecto.

Se presentaron 125 proyectos, de los cuales eligieron a: Un paraíso para Eminigildo (Marianela Iglesia Velilla); Sala de detención (Valentino Grizutti); Las chicas de tía (Guadalupe Docampo); Concovidato (Maruja Bustamante); Hábitat (Laura Correa); Protocolé de la sororité (Claudia Mac Auliffe); El día que me enamoré de morir (Catalina Basilio); Lily y el Zorro (Federico Lehman); Encriptado (Daniel Posada); Protocolo Arreit (Florencia Szklar).

“Los proyectos ganadores recibirán $20.000 pesos cada uno, y serán exhibidos a través de la plataforma de Timbre4 desde el sábado 24 de octubre, en la web Cultura en Casa, y replicados por instituciones internacionales de Chile, Uruguay y España, por confirmar, como contenidos de libre acceso. Con esta iniciativa se buscó estimular la reflexión y producción de creadores escénicos e invitarlos a pensar las posibilidades de desplazamientos expresivos que habilita el uso del lenguaje audiovisual; generar un espacio de trabajo dentro del ámbito independiente y difundir creaciones en soporte digital; habilitar un espacio de intercambio con creadores residentes en Argentina, y acoger y difundir propuestas diversas de artistas escénicos independientes”, añaden fuentes oficiales.
“Especulamos sobre un espectador que desconocemos después tantos meses”

Este medio habló con el actor y dramaturgo Valentino Grizutti, quien logró destacarse en 2013 en uno de sus primeros papeles al haber interpretado a Pericles en la obra Los Locos Adams en el Teatro Ópera. También participó en 2016 de Saltimbanquis (Premio ACE a Mejor Obra Infantil). En 2018 creó el proyecto “Reivindicar el Juego”, apoyado por UNICEF Argentina y el Centro Cultural Recoleta. El año pasado fue protagonista en las obras León y Sarita y Gallo, estrenadas en el Espacio Callejón, sala independiente del Abasto.
Sala de detención es la pieza elegida para Teatro sin Teatro. Con dramaturgia de Grizutti, actúan Juan Cottet y Miranda Di Lorenzo; el vestuario está a cargo de Marisol Castañeda; la iluminación, de Ricardo Sica; y la realización audiovisual, de Leonardo Astudillo.
Grizutti adelantó que desde el 24 de octubre y por una semana se podrá ver en la web de Timbre 4 con modalidad A la gorra online. “De más está aclarar que nada de esto es teatro, creo que el nombre del ciclo es muy atinado: “Teatro sin teatro”. Es una pieza híbrida con elementos teatrales, pero pensada para el soporte de lo audiovisual. En ese sentido también es algo especulativo: un experimento donde tomamos procedimientos de ambas materialidades. Aparecen toda una nueva serie de problemáticas, tensiones y zonas de conflicto particulares”.
Sobre su reacción al saber que fue elegida su pieza: “Fue una enorme alegría. Siempre las convocatorias y los concursos suelen estar marcados por la alegría (si uno es seleccionado, claro). Sin embargo, el caso de Sala de detención es singular porque nos significa -a mí y a mis compañerxs- la vuelta a poder hacer teatro -o al menos algo que se le parezca- antes que termine el año. La convocatoria fue muy breve, el lapso para enviar las propuestas era de unas dos semanas aproximadamente; fue un trabajo intenso y sobre todo apurado: pensar en una propuesta híbrida, escribir la obra, convocar al equipo, etc. En ese sentido la escritura de la pieza fue meramente especulativa; especulamos sobre un espectador que desconocemos después tantos meses. A partir de esa incertidumbre fuimos ideando junto a Juan y Miranda -lxs actores de la pieza- algunas situaciones, estímulos, procedimientos posibles”.
Valentino en cuarentena también escribió la obra Suspendidos, que en agosto obtuvo una mención especial en el concurso nacional de dramaturgia del Teatro Nacional Cervantes. “Mi plan para este año era estrenar mi primera obra de larga duración, escrita y dirigida por mí, titulada: Así así, acá acá. De esa obra se desprendió, a sugerencia de mi maestro Alejandro Tantanian, Suspendidos, que sucede en el mismo universo”.

Sobre si siente que es importante la existencia de este tipo de concursos, señaló: “Creo que una deuda que le queda a nuestra generación es la de salir pelear por los espacios oficiales no como un lugar “consagratorio”, sino como un espacio de experimentación; poder experimentar en otros ámbitos, con otras estructuras, otras arquitecturas, otros públicos que no sean únicamente el del campo independiente que amamos y conocemos. Los casos de obras maravillosas de autores nacionales que no se han llegado a estrenar, o que terminaron por estrenarse solo en Europa, son enormes. La situación termina por ser dificultosa para el propio imaginario del dramaturgo: muchas veces uno se acomoda sin querer a esas condiciones de producción; es raro ver obras escritas para más de seis o siete actores por el simple hecho de que uno quiere que esa obra efectivamente se pueda hacer, por supuesto siempre hay excepciones”.
“En esa misma línea, lo que la pandemia vino a mostrar es el profundo estado de crisis de un sector que está precarizado desde siempre: ahí creo que está la otra misión, que el Estado pueda reconocer al teatro independiente como un bien cultural precioso y único en el mundo. Ya sabemos que una obra que “le va bien” es la que puede cubrir sus gastos. Es una cuestión puramente numérica: una obra con seis actores y con sesenta localidades no genera los suficientes ingresos para que los actores puedan vivir de eso. Que sea el Estado quien reconozca y se haga cargo de una vez la deuda que tiene con el sector cultural independiente, es algo por lo que debemos luchar”, añadió.
Más allá de Teatro sin Teatro, sobre planes a futuro Valentino dice: “En principio, poder estrenar Así así, acá acá cuando los protocolos lo permitan, con ese equipo increíble con el que seguimos trabajando incluso durante el confinamiento, avanzando con las cosas que podemos. Siempre estoy pensando qué hacer en este entre; la vuelta del teatro con fuerza a los espacios abiertos es un estímulo enorme y muy interesante para pensar propuestas. La vuelta a la presencialidad pero atravesada físicamente desde otro lugar; sería bueno ver qué posibilidades, procedimientos, convenciones se desprenden de eso. Por otro lado, en estas instancias virtuales, estamos trabajando con un grupo de autores, coordinados por Alejandro Tantanian, en un proyecto muy interesante que pronto verá la luz”.
Para finalizar, sobre qué extraña del teatro prepandemia, asegura: “Todo. La rutina teatral, el ir de una función a otra, de un ensayo al otro, es de las cosas más hermosas que existen. El detonante para ponernos a trabajar en Sala de detención con Miranda y Juan fue el volver a ensayar, volver a hacer algo, volver a poner el cuerpo antes que termine el año. A partir de ese deseo profundo fuimos armando la propuesta, pensando siempre en sus condiciones de producción (desde su soporte, lo audiovisual; hasta la cuestión del protocolo) y especulando con un espectador invisible, intangible, casi desconocido a esta altura. Fue un hermoso proceso, la sensación de volver a ensayar presencialmente fue maravillosa, y a la vez muy extraña. Ahí uno se da cuenta de los privilegios que tiene… Poder ensayar y escapar de todo en este momento es un privilegio invaluable. Sin dudas extrañaremos los ensayos”.

“La contradicción entre cuerpos queriendo ser libres y los protocolos”
También hablamos con Laura Correa, cuya obra Hábitat fue seleccionada para “Teatro sin Teatro”. Ella es dramaturga egresada de la EMAD-Escuela Municipal de Arte Dramático, y se egresó como actriz y profesora de teatro del Colegio Superior de Artes del Teatro y la Comunicación-Andamio 90. Es autora y directora de Marchita, que estuvo en cartel en el Abasto Social Club (Yatay 666). Fue la asistente de dirección de “Rat”, obra ganadora de la Bienal de Arte Joven 2015 / Festival de Almada en Portugal 2016, dirigida por Juan Mako también. Fue actriz la Compañía Usted Está Aquí en la Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131).


“Sentí mucha alegría cuando me enteré que había sido elegido el material. Primero, porque me entusiasma mucho el equipo que había armado para trabajar. También había quedado con una linda sensación cuando terminé de escribirla. Tenía un buen pálpito”, nos contó.
En esta obra participan Juan Mako, Martin Berra y Carolina Nogueira. Sobre el proceso creativo, Laura dice que todo comenzó con una imagen: “Quería contar qué pasa con los cuerpos en estos momentos, se me venían a la mente cuerpos queriendo fluir, queriendo disfrutar. Y a la vez estaba toda la mecanización que se genera por los protocolos que atraviesan hasta la mínima cosa que hacemos”.
“Me interesaba esa contradicción entre cuerpos queriendo ser libres y los protocolos. Se plasmó mediante el absurdo, un intento exagerado de poner ganas para que salga todo bien, negando un poco la realidad”. Así, Laura cuenta que en la obra hay “una mujer que quiere sí o sí festejar su cumpleaños y genera un ecosistema en su living plástico para poder recibir invitados e invitadas”. “El material se tiñó de ese tono absurdo y las repeticiones en contraposición con este intento de sostener lo cotidiano”.
“En relación a otros materiales míos, puede haber puntos de contacto. Por ejemplo, la obra Parrandera´s: epifanía de un rapto. Tanto en esa, como en otras, hay personajes que extreman lo que desean. En esa obra son personajes que generaban todo un culto por una mujer y su canto, por algo que habían inventado y lo llevaban a fondo. Acá en Hábitat veo eso también. Este personaje está extremado, lleva su accionar a un borde, a una intensidad total. Los personajes son llevados por sus bajos instintos. En este caso, esto se va acumulando a lo largo de la pieza”.
“Las expectativas del estreno son las mejores, ya que el equipo de trabajo me da mucha ilusión. Además de grandes profesionales, son grandes amigos y amigas. Eso es un lujo. Espero que le guste al público. Es un momento donde tenemos muchas ganas de hacer teatro, estas son nuestras formas ahora de seguir encontrándonos los teatristas y generar ficción de esta manera. Esta propuesta está muy buena porque intenta encontrar algunos de los recursos teatrales y ponerlos al servicio de lo audiovisual. Son lenguajes distintos, pero busca sus puntos de encuentro. Ojalá muchas personas puedan ver lo videos”.
Sobre qué extraña de la época teatral prepandemia, asegura: “Una de las cosas que más extraño es estar con las luces en la cara, con la gente del otro lado, sentir la energía del público, las sonrisas, sentir las emociones latentes, sentir esa adrenalina de estar en vivo dando todo, actuando o dirigiendo. Es un ritual hermoso y único que tenemos, es irremplazable. Extraño el ritual del encuentro, encontrarnos para intercambiar eso único que pasa en cada momento. Más allá de ensayar, el teatro es el momento presente”.
Sobre la situación del teatro independiente en la Ciudad de Buenos Aires, señala: “Hay una emergencia porque no estamos pudiendo trabajar, aunque somos esenciales porque la cultura es esencial. Necesitamos volver a trabajar como lo hacíamos antes, sabiendo que hay recaudos a implementar y que hay una situación que nos excede. Las políticas públicas que necesitamos todavía no han sido tomadas. Es necesario sostener y pensar un plan para lo que se viene. Hay que salir adelante desde el sector y problematizar en torno a la precarización, que quedó expuesta en la pandemia. Eso se debe solucionar”.
Sobre próximos proyectos: “Estoy con algunas puntas, tratando de terminar una obra que está en proceso, una obra larga. Luego hay materiales que generamos colectivamente con compañeros y compañeras de EMAD. Son textos hechos en pandemia, de narrativa y monólogos. Estamos viendo si se puede compilar en un libro. También hay otro libro cocinándose sobre una obra que la venimos haciendo hace varios años llamada Toto Botero, que está apuntada a un público de niñeces”.

J.M.C.