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Sanción definitiva a los ajustes del Código Urbanístico

La Legislatura porteña aprobó la segunda lectura (sanción definitiva) a los ajustes al Código Urbanístico de 2018.

El oficialismo logró los 31 votos necesarios, pero se mostró el quiebre político en el recinto ya que no apoyaron esta iniciativa los legisladores de Vamos por más que responden a Patricia Bullrich ni el bloque de La Libertad Avanza que lidera María del Pilar Ramírez. Se repitió la dinámica de la primera lectura, ocurrida en septiembre.

En síntesis, el sector libertario opina que la normativa es restrictiva y limita el potencial constructivo de muchas parcelas. También se habían opuesto al DNU que suspendía por 180 días los permisos de edificación para dar lugar al tratamiento parlamentario.

A la hora de votar la sanción definitiva, hubo 31 votos de Vamos por más, Coalición Cívica, UCR-Evolución, Confianza Pública, el monobloque de Pablo Donati, Republicanos Unidos (Yamil Santoro), MID y el sector libertario de Ramiro Marra. Votaron en contra 11: el sector libertario de María del Pilar Ramírez (cinco), legisladores del oficialismo Vamos por más que son cercanos a Patricia Bullrich (tres) y el Frente de Izquierda (tres). Se abstuvo Unión por la Patria (18 legisladores).

Durante el debate, la oposición dijo que el proyecto final tenía muchas modificaciones con respecto a lo que se debatió con los vecinos en la Audiencia Pública realizada entre el 6 y el 15 de noviembre.

En la izquierda señalaban que, pese a lo planteado por el GCBA, el código continúa siendo un incentivo a la edificación en todos los barrios, más allá de algunos límites puntuales.

Recordaron que en la Audiencia Pública los vecinos hablaban de servicios públicos saturados, embotellamientos cada vez más intensos, falta de espacios públicos como producto de las nuevas construcciones, en algunos casos en zonas históricamente residenciales.

Se puso de ejemplo que este código aborda cómo deben ser las alturas y demás aspectos técnicos, pero que no brega por la construcción de nuevos espacios verdes de acceso público.

Que tampoco hay énfasis en garantizar el acceso a la vivienda para las familias porteñas. Sobre este punto, se dijo que hay una gran cantidad de inmuebles vacíos, que sirven como reserva de valor, mientras que los alquileres siguen al alza pese a la gran cantidad de unidades que entraron al mercado desde 2018 con el actual código.

Pese a todos estos señalamientos, en el Poder Ejecutivo hubo alegría por el logro de la sanción definitiva, más allá de la grita expuesta con el ala libertaria.

El jefe de Gobierno Jorge Macri celebró: “La Legislatura acaba de aprobar la nueva normativa para construir en la Ciudad, un compromiso que asumí con un objetivo bien claro, preservar la identidad de los barrios. El nuevo Código va a ser clave para que fomentemos el equilibrio de la Ciudad y para que sigamos promoviendo el desarrollo del sur, con más y mejores incentivos para quienes decidan invertir en esa zona. También vamos a priorizar los grandes desarrollos en las avenidas para cuidar la fisonomía de las calles más chicas y tranquilas”.

Un comunicado del GCBA explica: “La reforma periódica del CUR está prevista por ley y partió de un diagnóstico colectivo a través de la participación de todos los actores, mediante reuniones con vecinos, profesionales, instituciones y legisladores. El nuevo código preservará el carácter de los barrios a través de la búsqueda de un equilibrio en la altura de los edificios construidos en cada manzana, y reversa los grandes desarrollos inmobiliarios para las avenidas que cuentan con la infraestructura de servicios adecuada”.

“Además, entre otros puntos, la nueva normativa amplía los centros libres de cada manzana, porque impulsa espacios más permeables que favorecen la entrada de aire y sol y promueve la calidad ambiental de los barrios”, se agregó y se repasó: “El nuevo Código crea un sistema de incentivos para el desarrollo constructivo de la zona Sur, históricamente postergada. Así, quienes construyan edificios para viviendas en determinadas áreas de esa parte de la Ciudad verán reconocida esa capacidad constructiva en determinados corredores de la zona Norte. Además, promueve áreas de desarrollo prioritario, como Constitución, Flores y Nueva Pompeya, para poder buscar soluciones particulares a problemas específicos”.

El jefe de Gobierno sostuvo: “Esta ley nació del diálogo, de escuchar a cada vecino y a los profesionales del sector, y también del trabajo en conjunto con los legisladores de diferentes espacios, a quienes les agradezco por habernos acompañado con su voto. Nos llena de orgullo alcanzar este objetivo justo cuando cumplimos nuestro primer año de gestión”.

 

Juan Castro