El Fortín va por todo y el Torito se quedó en la puerta
Por la 25ª fecha de la Liga Profesional, Vélez volvió al triunfo tras imponerse por la mínima a Sarmiento de Junín en un Amalfitani repleto. Cuando restan sólo dos fechas para el final del campeonato, el Fortín le sacó cinco unidades a Huracán y a Racing, que tienen un partido menos. Mientras que, por el Reducido de la B Nacional, Chicago no pudo mantener la diferencia y cayó 1 a 0 en su visita a San Martín de San Juan, que pasó a la final por su mejor ubicación en el torneo. En esta nota, todos los detalles.
Tras tres empates consecutivos y el acoso de sus perseguidores –que en algunos casos venían sumando de a tres- Vélez sabía que, en su afán de lograr el título, era imperioso retomar la senda de la victoria. Su gente también lo sabía, por eso no fue casual que en la fresca tarde noche de domingo el Amalfitani volviera a lucir colmado y pintado con los colores del Fortín. Y como si faltaran incentivos para dar el presente, la fecha era más que especial: se cumplían treinta años del título intercontinental –el más importante en la rica historia del club de Liniers- en el que el inolvidable equipo de Carlitos Bianchi se impuso 2 a 0 al Milan multicampeón de Baresi y Savicevic.
Así las cosas, todo era entusiasmo en Liniers. Y el inicio del partido no hizo más que potenciarlo. Vélez salió decidido en busca de su objetivo, con tenencia de pelota y dominando a su rival, pero dejando espacios para la contra. Tal es así que la primera situación de gol llegó de los pies de Burgoa, que remató cruzado para obligar la estirada precisa de Tomás Marchiori.
El equipo de Quinteros optó entonces por abrir la cancha y llegar por los costados para intentar romper los dos líneas de cuatro que proponía Sarmiento. En uno de esos desbordes lo tuvo Elías Gómez (de gran partido) y su cabezazo bombeado rozó el travesaño y cayó en el techo del arco, cuando Lucas Acosta ya estaba vencido; y más tarde Claudio Aquino intentó de media distancia y el uno visitante alcanzó a desviar el remate.
A los 30’, el estadio se encendió con los luces de los celulares, para recordar los 30 años de la Intercontinental, y diez minutos más tarde, tras un córner desde la derecha y un cabezazo de Emanuel Mammana, el balón impactó claramente en la mano extendida de Iván Morales, y el árbitro Nicolás Ramírez no dudó en marcar el punto del penal. Poco después, Aquino lo cambió por gol y desató el festejo atragantado de todo el pueblo fortinero.
El entretiempo fue un cúmulo de emociones, con el ingreso de los campeones del mundo del 94’ que, como en Tokio, volvieron a levantar la Intercontinental para el delirio del público. Ni el embajador de Japón quiso darse el lujo de perderse el festejo.
Pero había que volver al partido. El complemento siguió mostrando a un Vélez enjundioso, al que le costaba aproximarse con peligro al área visitante. La más clara la tuvo Francisco Pizzini, que reventó el travesaño de Acosta tras una gran apilada de Thiago Fernández, que luego salió lesionado.
En el tramo final del partido, no obstante, se vio un Vélez que, por momentos, mostró señales de cansancio, aunque la férrea defensa se las ingenió para sostener el resultado.
Este triunfo ratifica el gran momento del equipo de Gustavo Quintero, que aunque no brilla como hace algunas fechas, sigue mostrando solidez y compromiso. En el horizonte le quedan tres partidos cruciales que, de sortearlos con éxito, podrían ponerlo como ganador de la doble corona. Por un lado, el próximo sábado a las 19:15 deberá viajar a Santa Fe para medirse con Unión, por la anteúltima fecha del torneo, que cerrará el fin de semana siguiente en el Amalfitani cuando reciba a Huracán. Pero en el medio, el miércoles 11 –con sede y horario a confirmar- deberá enfrentarse con Central Córdoba de Santiago del Estero, por la final de la Copa Argentina.
Imposible no ilusionarse, más aún cuando este Vélez, como el del 94’, tiene hambre de Gloria.
Aunque dejó todo, a Chicago no se le dio
Luego del triunfo en Mataderos, el Torito debía viajar a San Juan para la revancha con San Martín, sabiendo que el empate lo depositaría en la final del reducido por el ascenso a Primera.
El inicio del partido se dio como se esperaba, con el local plantado en campo de Chicago y con el Torito aguantando e intentando salir de contra. Sin embargo, fue el conjunto de Mataderos el que tuvo las más claras, pero ni Facundo Castro ni Iván Maggi estuvieron con la mira calibrada. Hasta que a los 40’, tuvo lugar la polémica de la tarde: Evelio Cardozo se metió en el área grande y, con poco ángulo, sacó un zurdazo rasante que llegó a puntear el arquero Matías Borgogno. Si bien la jugada continuó y el 1 local sacó rápido, todo el conjunto de Mataderos reclamó que la pelota había cruzado la línea de meta en su totalidad. No obstante, sin la asistencia del VAR, los diferentes ángulos que aportó la transmisión oficial dejaron muchas dudas y el árbitro Fernando Echenique no señaló el círculo central…
Poco después llegó el tiro de esquina para San Martín de San Juan y el cabezazo de Ezequiel Montagna para estampar el 1 a 0 que sería el definitivo.
El segundo tiempo mostró a un Chicago mucho más ambicioso, que mereció a todas luces el empate, pero que no se le dio.
De esta forma, el conjunto de Mataderos deberá aguardar un año más para seguir alimentando su sueño de retornar a Primera, aunque ahora lo hará con la certeza de que transita por el camino correcto.