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Presentan un proyecto para que los Centros de Primera Infancia dependan del Ministerio de Educación

Legisladores de izquierda presentaron un proyecto ante la Legislatura porteña para que el Gobierno de la Ciudad pase los Centros de Primera Infancia (CPI) a la órbita de Educación. Los mismos actualmente dependen de Desarrollo Humano y Hábitat, lo que permite que muchas de las personas responsables del cuidado de las y los niños puedan no ser maestros.

La iniciativa la firmaron Pablo Almeida, Myriam Bregman y Alejandrina Barry, del Frente de Izquierda. Entre los argumentos, destacan que el artículo 24 de la Constitución porteña obliga a la Ciudad a “asumir la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal, laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a partir de los 45 días de vida hasta el nivel superior”.

Por ello, instan a la Ciudad a pasar a estos centros al área de Educación inicial, “bajo la Dirección de Educación inicial en calidad de escuelas infantiles o jardines de infantes de gestión estatal cumpliendo con todas las condiciones administrativas y pedagógicas de rigor”, brindando un año de gracia para la adecuación. Esto implicaría el pase a planta del personal de los centros.

Los CPI nacieron en 2009 a través del Decreto 306 de dicho año. Según citan los argumentos de la propuesta de los legisladores, dicha medida se justificó en “la falta de respuesta del estado de la primera infancia” en materia educativa. Por eso, en dicho momento se decidió que los nuevos centros no pertenecerían a Educación sino a Desarrollo Humano y Hábitat.

“Su tipo de gestión no sería estatal sino conveniada con asociaciones particulares, ONGs, fundaciones. De esta forma, el gobierno de la Ciudad se desligó de la relación laboral con sus trabajadores y trabajadoras, de la responsabilidad civil, e  incluso del sostén y mantenimiento edilicio de los mismos”, cuestionan los diputados porteños firmantes.

Para Barry, Bregman y Almeida, los CPI “no son una oferta para el conjunto de la población, sino que discriminan su matrícula, para atender a la población con mayor vulnerabilidad de la Ciudad de Buenos Aires”. “Para los jardines maternales dependientes de Educación, hay enseñanza, propósitos pedagógicos; para los CPI, contención, según se explicita en el propio propósito presentado por el Ministerio”, afirman en el proyecto.

“El presente texto de pase de la totalidad de los CPI al Ministerio de Educación apunta a recuperar para la primera infancia el derecho a ser educados en un espacio público, es decir, de todos, sin discriminación social, para favorecer su socialización con pares de distintos sectores sociales. A su vez, contempla el reconocimiento de derechos de sus trabajadores en un pie de igualdad al de los del sector público”, sostienen asimismo.

A comienzos de este ciclo lectivo 2021, los Centros de Primera Infancia totalizaban 75, según cifras oficiales del Gobierno porteño. Su población de inscriptos llegaba a los 8.546, con más de 1.300 trabajadores y trabajadoras.