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Nuevo acto con velas por Juan Francisco Ghergo: “Queremos Justicia”

Familiares y amigos de Juan Francisco Ghergo, el vecino del Barrio Mitre que murió tras ser baleado por un policía de civil el 31 de mayo, realizaron este domingo al atardecer un nuevo acto con velas en el lugar del hecho, en el Pasaje Ortiz de Zárate, entre Superí y Roque Pérez.

La última convocatoria había sido el 6 de junio. Motivó este nuevo encuentro una novedad clave en el caso, que se encuentra bajo secreto de sumario. Sus familiares dijeron a este medio que las pericias científicas no hallaron en su cuerpo residuos compatibles con la detonación de un arma de fuego. “El dermotest en manos ,brazos y ropa dio negativo. Él no disparó”, habían señalado.

La versión del efectivo de la Policía de la Ciudad sostenía que Ghergo tenía un arma de fuego y que le disparó dos veces, por lo cual él repelió esa agresión con su pistola reglamentaria, causando la muerte del vecino. Según su planteo, todo inició cuando Juan Francisco habría intentado robarle un celular. Habrían acordado una compraventa con anterioridad.

Asimismo, en un primer momento, fuentes oficiales habían dicho que Ghergo había muerto por un disparo en el pecho. Las pericias de las fuerzas federales (PFA) luego indicaron que el proyectil ingresó por la “región escapular derecha”, es decir por la espalda, según los datos consignados por la familia a este medio. “Murió cuando la bala ingresó en su cuerpo, cayó al suelo sin vida”, dijeron los familiares.

La causa está a cargo de la jueza Elizabeth Alejandra Paisan y del fiscal de Saavedra-Núñez José Campagnoli.

Este domingo, familiares dijeron a Saavedra Online que ya se hicieron todas las pericias técnicas reglamentarias. En adelante, esperan que se resuelva la situación procesal del acusado, quien está imputado, pero continúa en libertad y en funciones.

Añadieron que la cuestión del celular -si hubo una compraventa o un intento de robo- todavía no está clara, porque los relatos de los testigos no son claros. Además, Ghergo no tenía en el teléfono en sus manos o entre sus ropas.

“El nombre de Juan lo mancharon hablando de si tenía antecedentes o no, de si estaba robando o no. Él está muerto, esa es la realidad. Pedimos Justicia por lo que pasó”, concluyeron.

Días previos al acto, allegados a Ghergo fijaron volantes en la vía pública con la leyenda “Queremos Justicia”. Defendieron así la hipótesis de que este joven de 29 años fue abatido en el marco de un caso de gatillo fácil y no de legítima defensa como se plantea en favor del uniformado.

JMC