Cooperativa de Editores de Medios de Buenos Aires
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Larreta habla de su interés por la educación, pero jamás consulta a los docentes y cada vez que se manifiestan los reprime. Tampoco tuvieron suerte los enfermeros, a los que considera “personal administrativo”, algo ridículo por donde se mire.

La cuestión es repetitiva: Larreta habla de diálogo, de consenso, pero después hace lo que se le de la gana sin consultar a nadie y de la forma que sea, sin importar su legalidad o su valor moral.

Y siempre termina “imponiendo” y no consensuando, “moliendo a palos” a sus oponentes y no dialogando… total, le sobran medios económicos y fierros mediáticos que haga lo que haga, le tapan todas las barbaridades que hace en representación de todos nosotros, los porteños.

Y así, aglutina las voluntades de los que tienen su norte en el odio a todo lo que tenga un sesgo popular… a los que defienden los intereses de todos, pero antes que nada de los más humildes. Pero también se pliegan muchos ciudadanos desinformados, confundidos por esa maquinaria armada para difamar y mentir… la verdadera plataforma del larretismo heredado de Macri.

Gracias a ellos, en el mismo día, Larreta mandó a reprimir a los maestros y profesores que se oponían a su reforma del estatuto docente, mientras que ignoraba el reclamo de los enfermeros en busca de su reconocimiento como trabajadores de la salud, algo que ni siquiera debiera estar siendo planteado y que el mandamás del PRO en la Ciudad disimula con el trabajo de miles de horas de programación televisiva y radial, miles de trolls que le aseguren el manejo de las redes sociales y ríos tinta de los principales diarios del país.

Todo en la ciudad más rica del país… que gasta su dinero en obras que tan solo favorecen a desarrolladores inmobiliarios o grandes grupos que viven del Estado, publicidad que tan solo apunta a su lanzamiento como candidato a presidente además de darle un blindaje mediático inusitado, y otros fines aún menos confesables. Mientras, a pesar que, descaradamente, desde el gobierno se afirma lo contrario, descuidan la salud, la educación, la acción social, la vivienda, se ningunea o rechaza a los derechos humanos, o sea… todo lo que hace un gobierno por las mayorías populares, que son quienes los llevan al poder.

Y hay que tener además algo bien claro: no hay -como expresa esa construcción de Clarín, Infobae y La Nación- halcones ni palomas. Esas expresiones tan solo son una metáfora discursiva hecha para engañar. Es un truco de ilusionistas que buscan diversificar una oferta que no existe ya que, ideológicamente, ambos animalitos son profundamente conservadores en lo social y en lo político, y de la misma forma comparten el perfil neoliberal (yo lo llamaría neocapitalista) que tanto daño causó al país con cada gobierno de este signo, sea el Proceso, Menem, De la Rúa o Macri. Solo dejó deuda, evasión, fuga de divisas, hambre, desocupación, destrucción del tejido social y productivo… y todas las calamidades que podamos imaginar.

 

La prepotencia adentro y afuera.

Larreta, en una reciente aparición desde el Ministerio de Educación de la Ciudad, habló muy brevemente y de forma bastante críptica y engañosa del asunto que preocupa a los docentes: la reforma del Estatuto del Docente en la ciudad.

Y como suele acostumbrar ante los proyectos polémicos que manda a la “escribanía” legislativa, que ahora nadie menciona como tal, desechando el diálogo y consenso que le pide ante cada micrófono a la Nación,  se aprobó con los votos de su grupo y los vasallos radicales que lo secundan -no puedo olvidar las críticas impiadosas que le hacían hasta hace poco-, mientras que afuera, en la calle vallada como suele aprobar muchos de sus “proyectos”, la Policía de la Ciudad molía a palos y gaseaba con gas lacrimógeno o pimienta a los docentes que se congregaban allí para protestar contra la cuestionada modificación.

Los canales lo ningunearon en su mayoría, los diarios, las radios, las redes… y se sabe que si no se ve allí, hoy en día, nunca existió. Pero, la realidad es que, tal como cantaban en Costa Salguero mientras tiraban globos y el resto de las estupideces acostumbradas, “nada de esto fue un error”.

Y así, con docentes de ojos rojos y vidriosos, con moretones en su cuerpo o que no podían respirar… con 32 votos afirmativos (producto del voto de los legisladores de Vamos Juntos (VJ), Partido Socialista (PS), Republicanos Unidos (RU) y Unión Cívica Radical-Evolución (UCR-Ev)) contra 27 negativos (del Frente de Todos (FdT), el Frente de Izquierda (FIT) y la Libertad Avanza (LLA)), se aseguró un nuevo ajuste sobre los trabajadores de la educación mientras que coló en el estatuto la posibilidad de nombrar a gente de su preferencia en las escuelas al dañar los actos públicos y crear figuras docentes de dudosa imagen legal y moral, elegidas de acuerdo a “sus” preferencias ya que ni siquiera deben tener experiencia real en las aulas.

Por todo esto suena ridículo lo expresado por la peor ministra de educación en la historia de la ciudad y el país, Soledad Acuña, quien expresó que “la Ciudad se transformó en la primera de llevar adelante una transformación (sic, por Diosss) profunda en la docencia”, y continuó afirmando que “… algunos nos decían que el costo político podía ser alto, pero luego de un trabajo de cinco años de hablar con docentes y supervisores, se aprobó esta reforma”, mintió.

Y Larreta se unía… y también mentía: “Esto muestra una vez más la convicción que tenemos sobre la educación, la misma que mostramos el año pasado cuando el gobierno quería cerrar las escuelas (…) Queremos docentes que crezcan por mérito y no solo por antigüedad”, sin contar que según su proyecto “mérito” es simpatizar con sus ideas, no por tener mayor capacidad como docente. “Esto empezó con Mauricio Macri. Ya llevamos 100 escuelas construidas en la Ciudad de Buenos Aires”, dijo para terminar de poner moño a una mentira que Minguito o Tato Bores llamarían sanata.

Mientras se votaba la reforma, los gremios UTE y Ademys se manifestaban en las afueras del recinto, reclamando que se titularice a una masa más amplia de docentes y no sólo a los de educación media. También sostenían que las modificaciones fueron “inconsultas” y no respondían a otras necesidades reales de las escuelas, y afirmaban que los nuevos cargos impuestos son tan solo “espacios para ñoquis del PRO”.

Se crean, como menciona el artículo 8, los cargos de “Maestro Especialista” (ME) en los niveles inicial y primario, “Maestro Coordinador de Trayectorias Escolares” (MATE) solo en el primario y “Preceptor Tutor” (PT) en nivel medio.

Los dos primeros (ME y MATE) arrastran la irregularidad de que su acceso se daría a través de “capacitación y concurso” sin necesidad de tener experiencia previa en el aula, la cual, actualmente, es un requisito excluyente para ejercer cargos de ascenso.

Al margen de que no se especifica qué tareas y cómo las llevarían adelante quienes ocupen estos cargos, es evidente la intencionalidad de quienes elaboraron esta reforma: las maestras/os secretarias/os ya no tendrían la responsabilidad como coordinaras/es pedagógicas/os de ciclo (primer ciclo -1°, 2° y 3° grado- o segundo ciclo -4°, 5°, 6° y 7°-) cumpliendo, así, un nuevo rol pura y exclusivamente administrativo, mientras que se le asigna a las/os MATE un salario mayor sin necesidad de experiencia previa en el aula. Pero peor aún, es llamativo que quienes ejercerían estos cargos y necesiten trasladarlos “deberán contar con previa autorización del Ministerio de Educación” (Artículo 31°) cuando hasta ahora esto siempre se dio a través de la participación de actos públicos de traslado.

“Larreta habla de consenso, pero solo es para la interna de Juntos”, definió la legisladora del FIT, Alejandrina Barry. Mucho menos consenso tiene en las escuelas, donde los docentes realizaron un paro total de actividades convocado por los sindicatos UTE y Ademys, además de la gran movilización con la que se hizo ver en la Legislatura, junto a estudiantes terciarios y secundarios.

Y siguiendo con las palabras de Barry, la legisladora definió a Soledad Acuña como “es una ministra que alimenta mal y precariza bien”, en alusión a la pésima calidad de la alimentación en las escuelas porteñas (algo que hasta la justicia en varios fallos le exige al Gobierno porteño que la mejore) y a las decenas de miles de docentes interinos que luego de años de trabajo no quieren titularizar.

En otro orden, Soledad Acuña pone su firma ideológica en el proyecto al priorizar las tareas de control y gestión en vez de las tareas que hacen al proceso de enseñanza y aprendizaje que ocurre en las aulas. Esta, y no otra, es la clave con la que dice “mejorar la calidad educativa” en las escuelas… una especie de “manzaneros” de Acuña y Larreta dentro de cada escuela.

Y en esta misma línea, en el artículo 9 establece a la formación continua como “una de las dimensiones básicas para el ascenso en la carrera docente en cualquiera de sus opciones”, por lo que la experiencia previa de enseñar en un aula deja de ser “una dimensión básica” para ejercer un cargo que, justamente, apunta a mejorarla. Y esto deja en claro que el verdadero objetivo es incrustar un personal jerárquico dentro de cada escuela que responda directamente a la política impulsada por el PRO y sus satélites.

Con su idea Ronald Mac Donald de la educación, van a tener a sus “empleados del mes”, algo muy a tono con su perfil mercantilista y conservador de la educación.

Reforzando esta idea de cooptar la educación pública, e aumento de salario, la posibilidad de ascenso y el acceso a los nuevos cargos docentes está ahora estrechamente ligado al rol de la UNICABA como la principal institución que permite estos cambios.

Con ello, persigue dos objetivos:

Condicionar la decisión de los y las docentes acerca de cómo y dónde capacitarse: si en la UNICABA y a través de aquellas empresas, ONG´s o sindicatos que le impongan una formación ideológicamente afín a la mirada que el Gobierno, o en otras instituciones críticas de este modelo meritocrático, mercantil y empresarial que pondera el emprendedurismo, la educación financiera y demás expresiones de este enfoque que encarnan los Larreta´s boys .
Por otro lado, también hay que advertir que durante el inicio del ciclo lectivo 2022 para el ingreso a las carreras de formación docente, la UNICABA implementó una sorpresiva evaluación hacia quienes se inscribieron en los veintinueve profesorados de la Ciudad (no en la UNICABA). ¿Por qué? Nadie lo sabe. Si se sabe que se quiere imponer una “evaluación” de los docentes, algo que preocupa porque según los antecedentes del PRO puede servir para “excluir” a maestros, profesores, administrativos o directivos que no les respondan de manera monolítica.

La negativa de titularizar a los más de 10.000 docentes que desde hace años trabajan como “interinos” es el broche de oro de la demostración de los objetivos del Gobierno de la Ciudad en el aspecto educativo, que no es otro que tener docentes afines a su ideología, junto a personal que actúe como “comisario” del ministerio de Educación. Solo se trata de achicar a la educación pública a su mínima expresión, reservándola para las clases pauperizadas por el capitalismo autóctono, mientras coloca a la privada como el único modelo educativo posible para poder colocar a nuestros hijos en línea con las necesidades del “mercado”. Tan nefasto es todo esto.

 

Los esenciales en el hospital que Larreta cuando debe pagarles considera administrativos.

Así como gaseo a quienes educan a nuestros hijos, Larreta también ignora a los enfermeros. Aquellos que en plena pandemia aplaudíamos todos los días, los que murieron o se enfermaron para atendernos a nosotros o a nuestros amigos, familiares o vecinos, el Gobierno de la Ciudad los considera… personal administrativo, negándoles algo que a cualquiera que lo escuche le parecería algo a todas luces ridículo: su condición de personal de la salud.

Y por ello, pararon y se movilizaron también a la Legislatura en reclamo de un lógico y básico reconocimiento profesional. La medida de fuerza de los trabajadores nucleados en la Asociación de Licenciados en Enfermería se enmarca en un plan de lucha que se inició hace poco con una marcha de antorchas, y se da en el marco de la conmemoración este mes del Día Internacional de la Enfermería.

“Nos discriminasn. No hay manera de justificar que nuestro salario sea menos de la mitad que el resto del equipo de Salud, y por ello nos ignoran”, le explicó a Urbanave la delegada de ALE y enfermera del Hospital Ramos Mejía, Andrea Ramírez. Además, exigió que los legisladores traten de una vez el proyecto de la Iniciativa Popular para que les sea reconocida la categoría de profesionales de la salud, que los condena a estar en la categoría de “personal administrativo”.

Para ello, los dirigentes de la asociación se hicieron presentes en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño, en la sede de Cerrito 760, en el marco del proceso de validación de las casi 50.000 firmas de la Iniciativa Popular. Allí se busca el aval de la justicia que de validez a las firmas, tras lo cual continuará el proceso, en el caso de ser ratificadas, en la Legislatura porteña.

Esperemos que no duerma en un cajón, tal como acostumbran a hacer sus pares de la Corte Suprema de la Nación. Porque como dijimos, a Larreta la salud pública… los hospitales públicos, le importan poco y nada. Total, ahí no va la mayoría de su clientela.

Mucha bicisenda, mucha vereda, mucho cemento en las plazas, mucha maceta, mucha línea pintada en las calles, mucho asfalto mal puesto. Poca guita para educación, para salud, para cultura, para vivienda, para acción social… esto es el PRO. Esto es Rodríguez Larreta. A ver si los porteños nos damos cuenta. Porque la transformación no para.