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La Tienda de Pats, un espacio de talleres artísticos en Saavedra: “La gente se asombra de sus propios logros”

La Tienda de Pats es un espacio de arte ubicado en la calle Mariano Acha 4684 en el barrio de Saavedra. Allí se dictan talleres de mosaico y pintura decorativa. También se ofrecen insumos como pinturas, moldes y herramientas.

Este es un proyecto iniciado hace cerca de cuatro años por las artistas y vecinas de la zona Patricia S. y Patricia F.. Comenzaron su actividad en un inmueble a pocas cuadras y en septiembre del año pasado, en plena pandemia, abrieron el colorido local de Acha.

Por fuera, se destaca por su frente blanco y naranja, con dos grandes ventanales que dejan ver el variopinto del interior: cuadros y obras en exhibición como si fuera una galería de arte junto mesas amplias para los talleres llenas de materiales. Por dentro sobresale la vivacidad de todos los colores combinados, junto a la calidez de las anfitrionas.

“Somos apasionadas de lo que hacemos. Ponemos toda la onda y el amor. Fue animarnos a reabrir en un contexto muy particular, pero hoy estamos contentas con la repercusión y la cantidad de gente que viene”, cuenta a Saavedra Online, Patricia S., quien dicta las clases de mosaico.

Los talleres están orientados a los adultos y jóvenes, pero ahora en vacaciones de invierno también cuentan la presencia de niños. “Más grandes o más chicos, siempre es una satisfacción cuando se asombran de sus propios logros, de las obras que pueden crear en este espacio”, aseguran las Patricias.

“En las clases no va decir “no puedo”. Si le ponés onda, sí va a salir. Si no sale a la primera, se arranca de vuelta. No pasa nada. Superar ese bloqueo es transformador y hace que muchos se animen a seguir intentando hasta lograrlo”, cuenta Patricia F., a cargo de las clases de pintura.

Las patricias señalan que el momento de los talleres son un espacio de conocimiento, pero también un lugar de encuentro y distención. “Acá la gente viene y se olvida de los problemas de afuera, son varias horas donde todo gira en torno a pasarla bien, aprender y disfrutar”, aseguran.

“En el barrio hay gente que nos conoce, gente que nos conoció por redes e incluso gente fuera del barrio y la zona que vine acá a aprender. Nos alegra que nos sigan descubriendo”, suman.

“Una vez pasó un hombre por el local y nos dijo que le poníamos color al barrio. Esa sensación de generar algo positivo es un mimo al alma, lo mismo que nos pasa cuando vemos que la gente en los talleres disfruta por lo que aprende y por lo que vive en cada clase”, concluyen.