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La madre de Lucas González dijo que donó sus órganos: “Su corazón va a estar latiendo en algún lugar”

Cintia López, la madre de Lucas González, el adolescente que murió tras se baleado por efectivos de la Policía de la Ciudad en Barracas (Comuna 4), confirmó que donó los órganos de su hijo, por lo que su corazón “va estar latiendo en algún lugar del mundo”. Asimismo, tras la operación de autopsia, el menor será velado este viernes por la tarde en una cochería de la zona de El Cruce, en Florencio Varela.

“Estoy muerta en vida. Me sacaron el corazón. Me sacaron todo, pero el corazón de mi hijo va a estar latiendo en algún lugar del mundo. Es un acto de amor muy grande. Alguien va usar sus pulmones, sus órganos le van a servir a alguien”, sostuvo la madre.

“Jamás pensé en estar pasando por ésta situación. Yo quería verlo triunfar. Era lo único que quería para él. No quiero que esto quede en la nada, quiero prisión perpetua para los policías”, agregó.

“Mi hijo no era delincuente. Nosotros sabemos cómo lo criamos. Se dijo mucho sobre eso. Ahora veremos como vamos a seguir adelante. Solo queremos despedirlo y vamos a ver si lo podemos hacer hoy”, manifestó Cintia.

En cuanto a la causa judicial, está en manos del Juzgado Nacional de Menores N° 4, a cargo de Alejandro Cilleruelo. Sobreseyó a los tres amigos de Lucas que estaban con él cuando los efectivos policiales dispararon. Apenas se produjo el hecho fueron alojados en un instituto de menores y los liberaron a las 24 horas.

Debido a que son mayores de edad los principales sospechosos de haber efectuado los disparos que pusieron fin a la vida de Lucas, el magistrado se declaró incompetente y se espera que la causa recaiga en un juzgado criminal y correccional.

Los acusados del crimen son tres policías de la Brigada de la Comisaría Vecinal 4 D (California 1850) que actuaron de civil y sin identificación: el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas. Fueron desarmados y separados de la fuerza porteña por decisión del Ministerio de Justicia y Seguridad de la CABA. El magistrado Cilleruelo les impidió la salida del país.

El miércoles, pasadas las 9.30 de la mañana, Lucas y tres amigos circulaban en un Volkswagen Suran azul al regresar de una práctica futbolística en el Club Barracas Central. La brigada de civil quiso interceptar el vehículo, en la calle Luzuriaga. Los chicos, al ver hombres armados y sin identificación, creyeron que se trataba de un robo, por eso continuaron la marcha. Los policías dispararon reiteradas veces desde atrás y dos impactos dieron contra la cabeza de Lucas, quien fue hospitalizado en el Hospital El Cruce. Primero tuvo muerte cerebral y finalmente falleció este jueves poco antes de las 18.