Cooperativa de Editores de Medios de Buenos Aires
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Grandes bibliotecas de la historia

En este viaje al pasado, el monasterio sagrado del Monte Sinaí

Por Alejandro Andrés Bressi (*)

En esta décimo tercera entrega -o papiro N° 13- de los grandes centros de conocimiento de la historia, les propongo conocer los misterios del Monasterio de Santa Catalina, en el Monte Sinaí.

En las laderas del Monte Sinaí, donde la tradición dice que Moisés recibió los Diez Mandamientos, se encuentra uno de los monasterios en funcionamiento más antiguos del mundo. Comúnmente conocido como el Monasterio de Santa Catalina, su nombre real es el “Monasterio Sagrado del Monte Sinaí pisado por Dios”. Se construyó por orden del emperador bizantino Justiniano I, entre 548 y 565. Lo hizo para albergar a los monjes que habían estado viviendo en la península del Sinaí desde el siglo IV.

Santa Catalina de Alejandría fue martirizada a principios del siglo IV. El monasterio lleva su nombre porque sus monjes descubrieron su cuerpo incorrupto en el cercano Monte Sinaí en el siglo IX. El mismo habría sido depositado por los ángeles después de su martirio.

El monasterio abarca múltiples estructuras, la más importante es la Iglesia de la Transfiguración de Cristo Salvador, que a su vez contiene nueve iglesias más pequeñas. Una de ellas es la Iglesia de la Zarza Ardiente, desde la cual Dios le habría hablado al profeta Moisés. El Monasterio de Santa Catalina también incluye otras diez iglesias, el alojamiento de los monjes y un refectorio. También una prensa de aceitunas, osarios, una mezquita fatimí del siglo XII y una biblioteca que cuenta con libros muy antiguos y 6 mil manuscritos religiosos.

La Mezquita Fatimí en el Monasterio de Santa Catalina, construida durante el reinado del Califa Fatimí, Al-Amir Bi-Ahkam Allah, fue el fruto de la relación armoniosa entre musulmanes y cristianos. El Califato Fatimí (o califato de Egipto) fue testigo del pico de esta relación. Y los califas de la época trabajaron incansablemente para construir mezquitas en lugares sagrados. La mezquita fatimí en el monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí se convirtió en una parada para los peregrinos en su camino a La Meca, muchos de cuyos escritos todavía se pueden ver en su mihrab hasta el día de hoy.

Esta mezquita se encuentra en el sector noroeste del Monasterio de Santa Catalina, frente a la Iglesia de la Transfiguración de Cristo Salvador, su iglesia principal, de modo que su minarete se encuentra lado a lado con el campanario de la iglesia, en un símbolo perfecto de armonía religiosa.

La mezquita en el Monasterio de Santa Catalina cuenta con varias bóvedas de medio punto y tres mihrabs. El mihrab es un hueco semicircular en la pared de una mezquita determinada que indica la qibla, la dirección de la Kaaba en La Meca, que los musulmanes enfrentan durante la oración. El mihrab principal es similar en su diseño al de la sección más antigua de la mezquita al-Azhar, y tiene un hermoso minbar, o púlpito, uno de los tres únicos ejemplos sobrevivientes completos del período fatimí.

Según la Biblia cristiana, Dios le ordenó a Moisés que sacara a los israelitas de Egipto. Lo hizo hablándole desde un arbusto que, aunque estaba en llamas, no se vio afectado por las llamas. La emperatriz Elena, la madre de Constantino el Grande, el primer emperador romano en convertirse al cristianismo, construyó una iglesia en el sitio de la zarza ardiente en el siglo IV. Más tarde fue reconstruida por el emperador Justiniano. Además, él la incluyó dentro de la iglesia mucho más grande que construyó, la iglesia de la Transfiguración de Cristo Salvador. Un pequeño altar en un piso de mármol marca la ubicación de la zarza ardiente, directamente sobre sus raíces. Un gran arbusto, que solía estar dentro de la iglesia, prospera hasta el día de hoy, justo al otro lado de la pared detrás del altar.

La biblioteca del Monasterio de Santa Catalina, con sus libros raros y manuscritos, es una de las más importantes de todas las bibliotecas adjuntas a cualquier monasterio. Se encuentra en un antiguo edificio al sur de la Iglesia de la Transfiguración de Cristo Salvador. Además, contiene alrededor de 6 mil manuscritos sobre diversos temas, incluyendo religión, historia, geografía y filosofía, el más antiguo de los cuales data del siglo IV. La colección de manuscritos de la biblioteca cuenta con muchos idiomas, incluidos 2.319 en griego, 600 en árabe, 284 en latín y 86 en georgiano.

Un proyecto para conservar la biblioteca, finalizado en noviembre de 2017, sacó a la luz un manuscrito médico antiguo que incluía extractos de las obras de Hipócrates. También las de un autor anónimo, hasta entonces desconocido.

Nos encontramos en la próxima entrega. Y recuerden que recibimos sus consultas, sugerencias y opiniones en el correo electrónico: alejandroandresbressi@gmail.com.

(*) Bressi es vecino de Liniers, bibliotecario profesional, exresponsable de la biblioteca José Hernández, profesor de inglés, historiador e investigador de las grandes bibliotecas de la historia.