La Ciudad prepara modificaciones en el circuito de bicisendas
Qué pasará con la cuestionada traza de avenida Del Libertador
Con la atención dirigida hacia las capitales europeas que habían progresado en opciones alternativas de movilidad sostenible, las primeras bicicletas de alquiler de un sistema público hicieron su entrada en la ciudad de Buenos Aires en junio de 2009. Estas bicicletas eran de color amarillo y verde, en contraste con las naranjas que circulan en la actualidad, las cuales han adoptado la publicidad y el cobro de tarifas. A lo largo del tiempo, el modelo ha experimentado cambios y evoluciones, y la red de ciclovías ha experimentado una expansión constante año tras año. Sin embargo, todo eso pertenece al pasado ahora, ya que con el cambio de administración surge una nueva disputa que afecta a lo que antes fue uno de los fundamentos de los medios alternativos de transporte en la ciudad porteña.
Al optar por no avanzar con otro modelo que experimentó un crecimiento y expansión durante los últimos ocho años, tal como sucedió con los carriles exclusivos de Metrobús, la recién asumida administración porteña está evaluando detenidamente la infraestructura de las bicisendas ya establecidas, considerando posibles modificaciones o incluso su eliminación. Esta medida podría tener repercusiones significativas.
En relación con la ciclovía de la Avenida del Libertador, que constituye el tramo más controvertido y fue una de las últimas inauguradas durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta para facilitar la conexión de los ciclistas desde la General Paz hasta Retiro, se observa que los carriles exclusivos ubicados en ambos sentidos de circulación no se integran de manera óptima con el resto de la geografía urbana. Este inconveniente es más evidente, especialmente en la zona de clubes y en áreas donde existen accesos a cocheras privadas. Además, se cuestiona la cantidad real de ciclistas que transitan por esta vía.