Vélez y un empate que lo obliga a usar la calculadora
En un Amalfitani colmado, el Fortín -aunque se lo propuso- no pudo vencer al líder Argentinos Juniors, y el cero a cero lo obliga a traerse los tres puntos de Mendoza en la última fecha y esperar otros resultados, en su afán de clasificar a cuartos de final de la Copa de la Liga. En la Primera Nacional, Chicago cayó por 2 a 1 ante Colón en su visita al Cementerio de los elefantes y no pudo alcanzar la punta de su zona.
La premisa era clara en los papeles, pero nada sencilla en la práctica: tras el trabajoso triunfo ante Instituto en el Amalfitani, había que -al menos- empatar como visitante ante Talleres e Independiente Rivadavia, y ganar como local ante Argentinos. Eso aseguraba la clasificación.
Sin embargo, en las dos primeras escalas, los resultados no fueron los esperados: 0-1 ante el Tallarín y un cero a cero ante el Bicho, que ahora obligan al Fortín a traerse los tres puntos de Mendoza en la última fecha y esperar resultados favorables de los rivales directos, que le permitan clasificar a los cuartos de final de la Copa de la Liga. Algo impensado hasta hace un par de meses, cuando el equipo apenas aspiraba a escaparle a la presión del descenso.
Este Vélez de Quinteros logró hacerse de dos certezas: por un lado, es capaz de soñar con horizontes más pretensiosos que el de zafar en la tabla de abajo (clasificación a play off y copas internacionales) y por el otro, está claro que tiene sus limitaciones.
El partido de ayer comenzó con un Argentinos más punzante y un Vélez al que le costó acomodarse, pero desde los 15’ se hicieron fuertes Claudio Aquino y el juvenil Thiago Fernández, para que el Fortín comenzara a dominar el juego y a generar peligro, por momentos con buen fútbol, pero sin aproximaciones de riesgo. Recién sobre el final de esa primera etapa llegó la más clara, cuando Thiago desbordó por izquierda y encaró hacia el arco, para luego abrir el pie y buscar el segundo palo del Ruso Rodríguez, que la mandó al córner con esfuerzo. Unos minutos antes, el estadio pidió penal ante una mano en el área de un defensor visitante, que el árbitro Rey Hilfer no vio. Aquino hasta agarró la pelota para patearlo, pero desde el VAR ni siquiera lo chequearon.
En la segunda etapa Vélez volvió a ser el protagonista y fue siempre para adelante, sin abandonar el buen fútbol. Hay que tener en cuenta que Argentinos es un equipo armado que sabe a lo que juega (fue al Amalfitani por un empate que lo dejara al borde de la clasificación y se lo llevó). Aquino fue de mayor a menor y Francisco Pizzini no pesaba por derecha. Por eso los cambios revitalizaron al equipo: tanto Lenny Lobato por izquierda como Álvaro Montoro por derecha, desbordaron permanentemente, pero está claro que a este Vélez le falta gol, un 9 definidor que le asegure un gol por partido, cuota que ni Brian Romero ni Thiago Vecino -que jugaron juntos el tramo final del partido- le pueden ofrecer. Eso sí, en la zaga tiene a Damián Fernández que, una vez más, fue la figura del partido.
No obstante, a los 26, el Amalfitani explotó con el gol de Emanuel Mammana, que tras un centro al área la mandó a guardar de derecha. Ningún jugador visitante reclamó nada y cuando se disponían a sacar del medio, él árbitro decidió anular la conquista argumentando un sutil desvío en Elías Gómez, que estaba apenas adelantado.
En resumen, esta es la realidad de Vélez, un equipo que creció mucho con la llegada de Gustavo Quinteros, con el que los hinchas ya casi no miran los promedios, pero que tiene un límite: más de lo que puso ayer en cancha, no tiene. Ahora el Fortín deberá llevar sus ilusiones a Mendoza, de donde el próximo fin de semana intentará traerse los tres puntos en la última fecha (misión nada fácil) y rezar para que se caiga alguno de los de arriba. Si se da, será un gran paso, pero si eso no ocurre, habrá que seguir por la misma senda para intentar volver a poner a Vélez en copas internacionales y borrar definitivamente el fantasma del descenso.
El Torito no pudo con el Sabalero
En la noche de ayer Colón venció a Chicago en el Cementerio de los Elefantes y es el único líder de la Zona B en la Primera Nacional. Si bien el local fue superior durante todo el encuentro, le costó plasmar esa diferencia en el marcador. De hecho, en una de las únicas que tuvo el Torito, se puso en ventaja. Tras una pelota parada, Tomás Rossi puso el 1 a 0 para la visita.
A partir de ahí, Colón se apoyó en los más grandes y Cristian Bernardi aportó juego y dinámica en un equipo que al comienzo del segundo tiempo parecía haber perdido la memoria. Primero Paolo Goltz y luego Ignacio Lago, dieron vuelta el partido.
La victoria de Colón fue justa y Chicago estuvo por debajo de su nivel, decidió jugar de contra, esperando que le quedara una para poder lastimar.
Ahora el Torito -cuando aún restan varios partidos para concluir la fecha- se mantiene tercero en el Grupo B, a cuatro puntos del líder Colón. En la próxima fecha recibirá en Mataderos a Estudiantes de Río Cuarto, que pelea en el fondo de la tabla.