A dos años de su sanción, modificaron y actualizaron el Código de Edificación
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, por iniciativa de la Jefatura de Gobierno y con tratamiento en la comisión de Planeamiento Urbano (preside Victoria Roldán Méndez, Vamos Juntos), aprobó en primera lectura una ley correctiva del Código de Edificación sancionado hace dos años. Estos cambios deberán debatirse en Audiencia Pública y luego someterse a una segunda lectura y votación definitiva.
La modificación del Código de Edificación “viene a compatibilizar los usos y criterios ambientales establecidos en el Código Urbanístico, a fin que ambos plexos normativos convivan armoniosamente y sirvan como herramienta de gestión que guían y ordenan el desarrollo físico y constructivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, se argumentó.
Se tratan de modificaciones al Título II, promoviendo nuevas definiciones, alcances y clasificaciones para la tramitación de avisos y permisos de obras, como así también en lo que respecta a los plazos. En el Título III se fijan los criterios para otorgar mayor flexibilidad a las condiciones básicas requeridas para determinados usos del proyecto y/o para la reconvención de espacios nuevos y/o existentes.
Fuentes oficiales defienden el proyecto: “De esta manera, vivienda individual y/o colectiva, oficinas y estudio profesional podrán ajustarse a las nuevas demandas de habitabilidad, y se agregan más herramientas de compromiso ambiental como principio básico de la planificación urbana. Se incorporan, además, mejoras en las normas de los edificios educativos públicos y privados respecto de su infraestructura sin perder de vista las necesidades de los niños, niñas y adolescentes”.
La Fundación Rumbos, que trabaja la temática de accesibilidad, emitió un despacho de minoría y criticó el proyecto aprobado. Además, su presidente Eduardo Joly envió a los legisladores una nota donde señala: “Si existe un momento histórico que marca un antes y un después para “favorecer la adecuación de las normas a las nuevas condiciones de habitabilidad” es el período que se inicia el 3 de marzo de 2020, día en que el Ministerio de Salud de la Nación anunció el primer caso de Coronavirus en el país. Las recomendaciones prontamente lograron interpelar nuestros hábitos individuales y sociales. “Lavate las manos varias veces al día” y “quedate en casa” son consignas que pusieron en relevancia lo inadmisible de lo cotidiano para muchas familias:la falta de agua potable y el hacinamiento al que se somete a poblaciones enteras dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y por supuesto, los excluidos de los excluidos, las personas con discapacidad, en mayor riesgo que otras ante la pandemia, junto a las personas mayores”.
“Entendiendo que es la pandemia el hecho trascendental que justificaría una modificación del Código de Edificación tan cercana a la anterior, no encontramos ni fundamentos ni medidas concretas plasmadas en la normativa propuesta, que den cuenta de las necesidades que esta pandemia, y las esperables a futuro, imponen. De hecho, un estudio encomendado por la OMS y el Banco Mundial señala que: “Enfermedades propensas a epidemias como la influenza, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), el ébola, el zika, la peste, la fiebre amarilla y otros, son precursores de una nueva era de brotes de alto impacto y propagación rápida que se detectan con mayor frecuencia y son cada vez más difíciles de manejar”. (https://www.bbc.com/mundo/noticias-49745206). La pandemia pone de relieve las inequidades existentes y acrecienta la situación de vulnerabilidad de las personas en situación de discapacidad y de personas mayores. Una modificación al Código de Edificación vigente debiera ampliar las dimensiones mínimas de todo espacio edilicio de permanencia transitoria o prolongada (viviendas, edificios educativos y para la salud, laborales, comerciales, recreativos, culturales, deportivos, etc.). En la vivienda y en los edificios educativos debieran optimizarse la ventilación e iluminación natural”.
“Sin embargo, el proyecto de referencia ignora estos requerimientos: perpetua condiciones de inaccesibilidad e inhabitabilidad, incorporando normativas que propician el hacinamiento y que además no toman en cuenta adecuadamente las nuevas necesidades básicas, poniendo en riesgo a la población en su conjunto, y aún más a personas en situación de discapacidad y a personas mayores.
Es evidente, por la ausencia de Fundamentos que acompañen el proyecto de referencia, que quienes lo elaboraron y presentan han omitido consultar previamente con expertos en materia ambiental, sanitaria, y de accesibilidad. Asimismo, han omitido su tratamiento en las Comisiones legislativas pertinentes, obviando así su análisis y debate por parte de sus colegas y asesores, e impidiendo que representantes de asociaciones profesionales, organizaciones no gubernamentales y ciudadanía pudieran involucrarse en el proceso participativo que la Constitución de la Ciudad contempla. Por lo expuesto, instamos a las y los Diputados de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a NO VOTAR este proyecto de ley en el recinto por los vicios de inconstitucionalidad que lo caracteriza y por ser potencialmente lesivo a los mejores intereses de la ciudadanía”, concluye la nota.