Cerró el bodegón El Obrero de La Boca: “La única posibilidad de volver a abrir es que mejore la economía”
Los responsables de El Obrero del barrio de La Boca informaron que el célebre bodegón de la calle Caffarena 64 está cerrado “por tiempo indeterminado”. Luego de ocho meses parado por la pandemia, volvió a la actividad pero solo con cinco de sus 20 mesas, lo cual resultó insuficiente para afrontar todos los gastos mensuales.
Este negocio gastronómico, declarado de Interés Cultural, contrajo una deuda de $700.000 para hacer reformas compatibles con los protocolos sanitarios.
Silvia Castro, dueña del bodegón, contó a BAE: “Siento una tristeza profunda, el cierre es por tiempo indeterminado. No vamos a poner en venta ni el local ni el fondo de comercio. La única posibilidad de volver a abrir es que mejore la economía, que llegue la vacuna para todos y venga el turismo”.
“Tenerlo tantos meses cerrado fue muy duro anímicamente. Nosotros nacimos acá, no hicimos otra cosa en la vida que estar acá. Esto es nuestra vida, nuestra vocación, por eso estamos todos los días del año. Económicamente fue muy difícil, es peor volver a empezar que instalar algo nuevo. Arrancamos con muchas deudas, poco trabajo porque no hay turismo. Antes teníamos dos turnos y eramos 13, ahora abrimos sólo al mediodía y somos la mitad”, sumó.
“No hicimos delivery ni take away porque la zona no es de delivery. Tampoco pudimos abrir en la vereda, no da. Ahora abrimos al mediodía pero podemos ocupar el 25%, de 20 mesas que tengo sólo ocupo cinco. No me dan los números para levantar la persiana, más el costo de los empleados y la mercadería que hay que comprar todos los días. Antes podían entrar 90 personas, ahora ya no. No puedo cubrir los sueldos de más personal”.
“No pensábamos en cerrarlo porque es todo para nosotros, pero estamos muy desanimados, es nuestro peor momento. Es el momento más difícil que paso El Obrero. Mi papá pasó muchas crisis, pero esto es muy duro. Queríamos ver si podíamos pasar el verano y esperar hasta marzo y abril”, reflexionó.
Al ser dueños de la propiedad, decidieron cerrar las puertas del negocio y esperar a ver si se producen mejoras en la economía. Señalan que fueron determinantes la quita del ATP (el Gobierno nacional pagaba la mitad de los sueldos de los empleados) y la falta de exención de impuestos locales (el GCBA solo condonó dos meses de ABL el año pasado).