Murió el cartonero baleado en Constitución por una policía de la Ciudad
Durante la madrugada de este martes en el Hospital Ramos Mejía del barrio de Balvanera (Comuna 3) falleció Pablo Pereyra, el cartonero baleado por una oficial de la Policía de la Ciudad que intentó detener a un ladrón que le había robado el teléfono celular en Constitución (Comuna 1).
Primero, la policía fue imputada por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa. Al confirmarse la muerte del reciclador urbano, ella fue indagada por el delito homicidio agravado por abuso de la función como miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de armas de fuego.
La integrante de la Policía de la Ciudad prestaba servicio en el Anexo de la Comisaría Vecinal 1 C (San José 1224). El 31 de diciembre pasadas las 13 ella circulaba a la altura de Constitución y Presidente Luis Sáenz Peña en su auto particular con la ventanilla baja cuando un ladrón le robó el celular y escapó corriendo.
La policía bajó del auto y lo corrió casi una cuadra. A la altura de Constitución y San José efectuó varios disparos. Uno de ellos impactó contra el cartonero.
“Primero se detuvo en un hotel de Constitución a un joven que había quedado filmado por las cámaras de seguridad. En la filmación se lo veía correr por la zona de los hechos. Cuando fue indagado afirmó que él era ladrón, pero que no usaba armas y explicó que ese día le había robado el teléfono a una mujer y que la víctima de su ataque comenzó a disparar y por eso él se había lanzado a correr”, informaron a La Nación fuentes de la investigación.
El juez Yadarola separó de la investigación a la fuerza de seguridad porteña y convocó a los detective de la División Investigación de Homicidios de la Policía Federal Argentina (PFA) para colaborar en la pesquisa, a la que se sumó la Oficina de Transparencia y Control del Ministerio de Justicia y Seguridad de la CABA.
El magistrado también ordenó allanar la sede Anexa de la Comisaría Comunal 1 para determinar si los compañeros de la policía intentaron encubrir lo ocurrido.