Tras la restauración de su fachada, ahora giran las aspas del Edificio del Molino
La Comisión Bicameral Administradora del Edificio del Molino informó que la restauración de la confitería emplazada en el centenario edificio ubicado en Callao y Rivadavia (Comuna 3) está avanzada en un 75%. El dato más saliente del último tiempo es que volvieron a girar las aspas, iluminadas en la noche con un LED rojo.
“Las aspas son las originales y el motor también”, señalan las autoridades y dicen que para volver a ponerlo en funcionamiento “hubo que hacer piezas con torneado, porque no existen más”. Respecto de la iluminación, fue un episodio del noticiero para cine “Sucesos Argentinos” el que aportó más datos porque “no sabíamos de qué color era”. El color rojo que allí advirtieron y copiaron, “puede ser una evocación al Moulin Rouge” de París pero también puede ser que temporalmente haya tenido ese color por “la época de fiestas”, por eso “lo seguimos investigando”.
Las aspas “funcionaban intermitentemente los fines de semana y algunas días particulares, como las fiestas” y eso en parte se respetará ahora. “Las estamos prendiendo algunas horas a la noche desde el fin de semana de Navidad, que hicimos la prueba final. Ese día, la gente paraba para verlo y sacaba fotos, algunos lloraban”, contó a Télam Ricardo Angelucci, secretario administrativo de la Comisión Bicameral Administradora del Edificio del Molino.
La fachada también cuenta con ocho vitrales, esculturas de leones alados, un remate aguja. Además, ya se quitaron los 1.800 metros cuadrados de andamios que cubrían su fachada, cuyo remozamiento se puede admirar en toda su magnitud.
“En el caso de La Confitería Del Molino, la restauración está avanzada en un 75%, pero hay que recordar que el edificio tiene casi 8.000 metros cuadrados y la confitería es solo un tercio”, dijo Angelucci.
El edificio posee cinco pisos y una azotea con mirador privilegiado y acceso a la torre con cúpula donde “la idea es que funcione otro espacio gastronómico”, de los denominados “rooftop bar”. Los tres subsuelos eran ocupados por la Confitería que tenía en los sótanos los talleres de producción, los hornos, las máquinas y el depósito; y lo mismo con la planta baja –donde funcionaba el salón de ventas y bar- y el primer piso, donde estaban los tres salones de fiesta. En tanto, las plantas del segundo al quinto piso eran ocupados por departamentos residenciales.