
Va a juicio oral el caso de la mujer acusada de asesinar de nueve puñaladas a su expareja en Saavedra
El titular de la Fiscalía de Distrito de los barrios de Saavedra y Núñez, José María Campagnoli, solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida contra una mujer de 42 años que fue detenida acusada de haber asesinado a puñaladas y de haberle hurtado algunas de sus pertenencias a su expareja, en un hecho ocurrido en febrero pasado en una obra en construcción del barrio porteño de Saavedra donde la víctima trabajaba como sereno y carpintero. Para los investigadores, el móvil pudo ser “económico y celopático”, expuso el Ministerio Público Fiscal de la Nación.
La víctima fue Percy Rey “Chino” Reto Trelles -de nacionalidad peruana y 42 años-, y su homicidio ocurrió entre la tarde y la noche del 1° de febrero pasado, en el interior de la obra en construcción ubicada en la calle Lugones 4681.
El Ministerio Público Fiscal de la Nación informó que en el requerimiento de elevación a juicio presentado ante la responsable del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°1, Alejandra Alliaud, el fiscal solicitó que la acusada María Esther Arias sea juzgada como presunta autora del delito de homicidio agravado por haberse cometido contra una expareja -que prevé como única pena la prisión perpetua, conforme el artículo 80, inciso 1° del Código Penal de la Nación- y por el hurto del celular, la billetera y las llaves del hombre asesinado.
Un comunicado del MPF reconstruye el caso:”De acuerdo a la investigación de la fiscalía, Arias y Reto Trelles habían mantenido una relación de pareja. Ocho meses antes del crimen, la víctima se había separado de Arias y se había mudado a uno de los departamentos que estaba más avanzado en la obra en construcción donde trabajaba, ya que, de acuerdo a lo relatado por testigos, “no la aguantaba más”. Según los testimonios, la mujer era celosa y solía maltratar y pegarle a la víctima. Incluso, le habría roto su teléfono celular -el cual recién pudo reponer un mes antes del crimen- y lo hacía comunicarse con otras personas a través de su propio equipo para así saber con quién hablaba y qué mensajes enviaba”.
“Siempre de acuerdo a lo reconstruido por los investigadores, tras adquirir un nuevo celular, Reto Trelles entabló conversaciones con una mujer que vivía en México y a la que quería conocer. Por ello, juntaba dinero para viajar, cambiar de aire y probar suerte en aquel país. También costearía el viaje con un dinero que cobraría, en marzo, de un “círculo de inversión” del que participaba. El jefe y otros compañeros de la víctima indicaron que Arias solía visitarlo en la obra, en particular los viernes, ya que ese día el hombre cobraba por los trabajos de carpintería que realizaba durante la semana”, se agregó.
Sobre el día del hecho: “Así, aquel sábado 1° de febrero por la mañana, Reto Trelles efectuó unos arreglos en el tanque del edificio junto a otros compañeros. Por la tarde, se mensajeó con ellos y, a uno le envío un video donde se escuchaba música, se veían dos vasos, una botella de cerveza y a los dos perros con los que convivía. Esa fue la última comunicación que alguien tuvo con la víctima. De acuerdo a la fiscalía, Arias se habría aprovechado de la relación de confianza que tenía con la víctima y “de su convivencia ocasional, para atacarlo durante la tarde-noche del sábado 1° de febrero de 2025 en el departamento que compartían, en el interior del inmueble ubicado en la calle Lugones 4681 de esta ciudad, mientras se hallaba acostado en la cama, casi desnudo, con la cabeza apoyada en la almohada”.
Según el requerimiento, en dicho contexto, la mujer “le habría asestado una puñalada en el tórax con la que le cortó el corazón. Si bien esto no lo mató inmediatamente, sí -lógicamente- lo habría movilizado a consecuencia del inmenso dolor que esta gravísima herida le provocó a Reto Trelles”. La autopsia elaborada por expertos del Cuerpo Médico Forense sostuvo que “estando aún con vida, habría intentado defenderse, pues registra una lesión en su mano derecha que se atribuye a algún tipo de resistencia por su parte. En ese contexto parecerían explicarse las restantes siete heridas que Arias le provocó a Reto Trelles en el cuello, pues se verifica que una de ellas es particularmente profunda (le atravesó la tráquea a nivel del primer anillo en sus caras anterior y posterior, lesionando el ligamento anterior de la columna), mientras que el resto -a causa, probablemente, de la poca resistencia que habría podido ofrecer- son superficiales”.
“Luego de que no le contestara los mensajes, en la tarde del 3 de febrero, el jefe de Reto Trelles fue hasta el edificio, accedió con su juego de llaves y encontró el cuerpo del hombre tendido sobre una cama, por lo que avisó a la policía”, explicaron fuentes judiciales.
Además, se detalló cómo se ubicó a la presunta autora material: “Por orden de la fiscalía, personal de la Unidad Criminalística Móvil (UCM) de la Policía de la Ciudad analizó la escena, donde se determinó que faltaba la billetera y el celular de la víctima, junto al juego de llaves del edificio. En el marco de la investigación, un testigo indicó que, en la tarde del crimen, Arias publicó en el estado de su WhatsApp una fotografía sacada en la obra y donde se observaban a los dos perros que vivían con la víctima. Por ello, se profundizó la investigación y se analizaron las comunicaciones de la sospechosa y Reto Trelles”.
Así “los registros de comunicaciones obtenidos confirman que, durante la noche del sábado 1° de febrero, Arias apagó su teléfono poco después de salir de la casa de Reto Trelles, donde se encontraba conviviendo junto al fallecido, al menos desde el día anterior, y cambió su línea, introduciendo otra tarjeta SIM a su aparato”, señaló Campagnoli.
“Al momento de su detención, el 26 de febrero pasado, Arias presentaba dos cortes en su antebrazo izquierdo, que, para la fiscalía, podrían ser compatibles con un chuchillo secuestrado en la escena del crimen y con la herida de defensa que presentaba el hombre. Tras su indagatoria, la jueza Alliaud proceso a Arias como presunta responsable del crimen. La decisión fue recurrida por la defensa de la mujer y confirmada por la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional que señaló como posible causa del crimen “el móvil económico y celopático de la imputada, aunque no suponga un elemento de juicio determinante”. Ahora, el fiscal Campagnoli solicitó el juicio oral y se espera que la jueza eleve el expediente para que se sortee el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal que tendrá a cargo el eventual futuro debate”, finalizaron las fuentes judiciales.
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