
El gobierno nacional proyecta la modernización de un sector de los Talleres Ferroviarios de Liniers
El emblemático predio de 36 hectáreas, motor en sus orígenes del desarrollo del barrio, tiene varios de sus edificios catalogados como área de protección histórica.
Con la obra de soterramiento descartada y el proyecto de viaducto desestimado para el barrio de Liniers, el Gobierno nacional acaba de poner en marcha una compulsa de precios tendiente a modernizar un sector de los históricos Talleres Ferroviarios de Liniers -considerados el punto de partida que a comienzos del siglo pasado impulsaran el desarrollo del barrio- en los que suelen repararse las formaciones eléctricas y a gas que circulan por el ramal del Sarmiento.
El histórico predio de 36 hectáreas, ubicado al límite con Villa Luro, constituye un área emblemática en el oeste porteño, por el que los vecinos e instituciones locales vienen luchando desde hace años en su afán de recuperarlo para integrarlo al barrio y darle un uso comunitario.
La empresa estatal Trenes Argentinos Operaciones lanzó la convocatoria el 25 de febrero último, a través de la Contratación Directa EX 2024-13567388 (disponible en https://contrataciones-publico.sofse.gob.ar/licitaciones?vigente=0) a la que se presentaron cinco empresas oferentes, cuyas propuestas oscilan entre los 3.100 y los 5.100 millones de pesos.
Consultado al respecto, el arquitecto Alejandro Ruggiero -vecino de Liniers Norte y referente permanente en el proyecto de recuperación y urbanización de ese predio para la comunidad local- comenzó advirtiendo que “todas las construcciones ferroviarias están alcanzadas y protegidas por el Decreto PEN 1063/82, en el orden nacional. Por lo tanto, cualquier modificación en su estado debe ser evaluada en primera instancia por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y Bienes Históricos”. Además, recordó que en el caso de los Talleres Liniers “el predio y las construcciones se hallan alcanzadas y protegidas por las leyes 626 y 1749, ambas de autoría de la legisladora local (MC) Delia Bisutti. Dicha normativa protege casi la totalidad de esos edificios y contempla la creación de un área ambientalmente protegida en torno a los mismos”.
Ruggiero destacó también que esas leyes fueron incorporadas en el anexo referido a Liniers cuando se sancionó la Ley 4.477, hoy vigente “que establece los distintos parámetros y usos para el desarrollo urbanístico de los playones ferroviarios de Caballito, Liniers y Palermo. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, las autoridades del Gobierno porteño no han establecido ni reglamentado las zonas ambientales protegidas en torno a los edificios históricos”.
En ese sentido, Ruggiero recordó algunas obras “de dudosa legalidad” realizadas en la zona, como, por ejemplo, la ampliación de uno de los edificios históricos de los Talleres o el desmantelamiento de la histórica Estación y del puente ferroviario de Liniers. “Cuando no se cumple con la normativa, se generan las condiciones potenciales para una desgracia”, advirtió, y mencionó como muestra el caño de la instalación contra incendios que está en el puente, en Carhué y Rivadavia. “Allí las curvas son de material plástico, que no es el adecuado para un caño de servicio hídrico”.
Los alcances de la obra
De la lectura de los pliegos se desprende que se usó de base documentación del año 2016 -elaborada durante la presidencia de Mauricio Macri- y se establecen distintos objetivos sin mayores precisiones.
Por un lado, se proyecta realizar una intervención a la altura de la calle Ruiz de los Llanos para construir o reemplazar una reja pluvial que deriva agua desde el arroyo Maldonado hacia el Cildáñez. “Esta obra debe ser bien estudiada para evitar intrusiones en el desagote de las aguas”, remarcó Ruggiero. Además, se va a realizar la reparación y puesta en valor del histórico plato giratorio de máquinas dentro del taller, pegado a la usina que está en el sector lindero a la calle Irigoyen; se van a reemplazar durmientes y vías para permitir la circulación de los trenes; y se van a demoler construcciones anexadas de chapa a los galpones protegidos. Finalmente, se proyecta ampliar y adecuar una de las construcciones dentro del entorno de los talleres protegidos.
Respecto al tema pluvial y la reparación del plato giratorio, Ruggiero advirtió que “ambas situaciones deben observarse con mucho cuidado ya que, en la zona, el Gobierno de la Ciudad tiene previsto construir un túnel bajo nivel ferroviario en la calle Irigoyen y pueden producirse interferencias poco deseables”. Y sobre el resto de las obras, recordó que “las obras civiles deben realizarse con los debidos permisos de las autoridades de aplicación del GCBA y del Estadio Nacional. Por eso resulta necesaria la intervención de la Agencia de Protección Ambiental (APRA) del Gobierno porteño para que existan los debidos estudios de impacto ambiental y de remediación de suelos, ya que el taller puede ser un sitio potencialmente contaminado debido a su uso”.
Paralelamente, mientras el proceso administrativo para la adjudicación de las obras sigue su curso, diversos referentes de Liniers están llevando a cabo reuniones en torno a un grupo de trabajo, por el que intentarán reflotar el viejo proyecto que les permita recuperar para el barrio ese histórico predio y darle el ansiado uso social y comunitario.
Ricardo Daniel Nicolini