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Primer show de Cielo Razzo en Capital

La banda rosarina se presentó en el Abasto, ante el público porteño. Repasó los temas de su último disco y los clásicos de su discografía.

El sábado 8, Cielo Razzo brindó un show en el Centro Cultural Konex. Luego de tocar en Mar del Plata, el día anterior, los cielo llegaron al barrio del Abasto, pasadas las 16. Ante un lugar colmado, abrieron el recital puntualmente a las 20, con el tema “Polen”, del disco “El día fuera del tiempo”, que fue editado en 2024 luego de casi una década sin entrar en el estudio de grabación.

A medida que el sol se iba escondiendo y la luna quedaba pintada frente al escenario, se fue armando un clima que empezó tranquilo, con el público acomodándose, y tuvo momentos de gran despliegue escénico, musical y de pogo. Varios fueron los temas del disco nuevo que fueron apareciendo: “Corazón”, “Sabrás”, “Ultraliviano”, “México”. Además, de los clásicos de los diferentes discos de la banda: “Luminoso”, “Caminando”, “Ventana”, “Miradas”, “Alma en tregua”, “Luna”, entre otros.

Cielo Razzo, que cumplió 30 años de carrera en 2023, tiene una sólida relación con el público porteño, basada en la fuerza de las canciones (muy lindas melodías y arreglos de rock; y en una letras cargadas de sentido y búsqueda), en la solidez del sonido en vivo (una poderosa base de bajo y batería, el ensamble roquero de las guitarras, y la magia de los teclados), junto a la voz y carisma de Pablo Pino, que se va consolidando como una de las mejores y más originales voces del rock nacional.

También, llegó el mensaje desde el escenario para mirar a los costados, a todos aquellos que no están pasando una buena situación económica y social en el país.

Al finalizar el recital del Konex, se anunció en la pantalla del escenario que la próxima presentación en Buenos Aires será el 5 de julio, en el Teatro de Flores. En una jornada cargada de calor en el Abasto, quedó flotando en el aire un clima de disfrute y buena energía, mientras el público se empezaba a desconcentrar por la calle Sarmiento, con los cuerpos cargados de rock y de sudor.

Christian Veronelli