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Elba Selva, la pionera del fútbol femenino

En ocasión del día internacional de la mujer, los medios de comunicación le dieron una cobertura espacial a la jornada, entre ellos TyC Sports recordó a Elba Selva, la pionera del fútbol femenino

Cuando Elba Selva jugaba, los clubes no tenían la disciplina para ellas. Eran las jugadoras quienes armaban y diagramaban los equipos y algunos empresarios quienes organizaban exhibiciones o torneos relámpagos con el objetivo de obtener dinero de esos eventos.

Alberto, su papá, otro zurdo, quien le había enseñado a patear en Villa Lugano, el barrio donde nació. Como a Porfiria, su mamá, no le gustaba que Elba jugara a la pelota, la mandó a básquet. Elba, iba con sus vecinos a jugar en los potreros. Al principio fue por curiosidad, pero en cuanto tuvo la pelota en sus pies se dio cuenta de que el deporte realmente le gustaba. A sus padres les decían que no la deberían dejar jugar con los varones en la calle, mientras que en la escuela sus compañeritas la ignoraban porque “ella juega con los nenes”, comentó Selva en una entrevista con Melisa Reinhold tiempo atrás para LM Neuquén.

“A las cosas así nunca les di importancia. Me dolían, por supuesto, pero me gustaba jugar y seguí jugando, no me importaba que sean varones. No había maldad, la gente decía que me iban a agarrar y me iban a hacer algo. Yo solo quería jugar igual que ellos. Me encanta jugar, el deporte, todo me gusta. No me importó lo que me dijeran, lo que era o lo que no, a mí me gustaba y punto”, contó.

No obstante, agregó: “Lo único que respetaba eran las decisiones de mi mamá y de mi papá”. Su padre, Alberto, era otro fanático del fútbol. Le gustaba compartir esa pasión con su hija mayor, la alentaba y siempre le gustaba verla jugar. Pero a su madre, Porfiria, la idea de que sea la única mujer practicando ese deporte entre tantos hombres no le gustaba ni un poco y la mandó a jugar al Básquet.

Ahí, un día, Selva erró un tiro y de la bronca pateó la pelota muy fuerte: el zurdazo pegó contra la pared y una compañera, asombrada por su patada, se le acercó a invitarla a jugar al fútbol. Le dijo que era parte de un equipo de mujeres.

Elba Selva unto a un grupo de mujeres futbolistas autodenominado “Las Pioneras” emprendieron la aventura a tierras mexicanas. Las 17 futbolistas viajaron a suelo azteca para participar de un Mundial que, a pesar de no ser televisado ni reconocido por la FIFA, marcó un antes y un después en la historia del fútbol femenino en la Argentina.

“México había venido a Argentina y jugamos en la cancha de Nueva Chicago. Después del partido, nos invitaron a participar del mundial. Nosotras acá siempre usábamos zapatillas Flecha para jugar. El día antes del partido, nos dijeron que teníamos que llevar si o si botines, pero no teníamos plata. Ellos nos lo donaron, al igual que las camisetas”, explicó Selva a Cadena 3.

Cuando les dieron sus botines, las futbolistas primero tuvieron que adaptarse porque nunca en sus vidas los habían usado. “Nos adaptamos bastante rápido. Hice cuatro goles con botines, imaginate”, dice en tono de broma Elba.

Aquella Copa del Mundo se jugó con seis seleccionados entre el 15 de agosto y el 5 de septiembre de 1971. Argentina perdió 3 a 1 contra México en el debut, luego goleó 4-1 a Inglaterra y cayó en el tercer partido contra Dinamarca por 5 a 0. El partido por el tercer puesto también fue derrota (4-0) y no hubo podio.

Las futbolistas de ese plantel eran Elba Selva, Gloria «Betty» García, Marta Soler, Teresa Suárez, Angélica Cardozo, Blanca Bruccoli, Eva Lembessi, Virginia Andrada, María Fiorelli, María Ponce, Zulma Gómez, Ofelia Feito, Susana Lopreito, Marta Andrada, Virginia Cattaneo, Zunilda Troncoso y María Cáceres.