Violación grupal en Palermo: hallaron semen y sangre en la ropa de los acusados
Los peritos del área biológica de la División Análisis Físicos, Químicos e Industriales de la Superintendencia de la Policía Científica de la Policía de la Ciudad hallaron 16 rastros de semen y 13 manchas de sangre en diversas prendas de vestir de los seis detenidos acusados de violar en grupo a una joven de 20 años dentro de un auto estacionado en la vía pública de Palermo (Comuna 14).
El juez en lo Criminal y Correccional N°21, Marcos Fernández, y el fiscal Eduardo Rosende esperan todavía los cotejos de ADN con los que se espera poder individualizar a quiénes pertenecen los restos biológicos hallados en los hisopados y la ropa de la víctima.
En tanto, según se informó, la mayor cantidad de manchas de semen analizadas por el área biológica pertenecen a Lautaro Dante Ciongo Pasotti, de 24 años, y Ángel Pascual Ramos, de 23, de los más comprometidos en la causa en base a evidencia y testimonios. Son quienes forcejearon con la pareja de panaderos que rescataron a la víctima de adentro del auto.
Otras tres manchas estaban en el jean gris del imputado Ignacio Retondo, de 22 años, que era uno de los que cantaba y tocaba la guitarra en la vereda cuando el grupo fue detenidos. En cuanto a Thomas Fabián Domínguez, de 21 años –el otro que cantaba fuera del auto–, Steven Alexis Cuzzoni, de 20, y Franco Jesús Lykan, de 24 –estos dos últimos eran los que estaban en el asiento trasero del auto–, se halló una sola muestra positiva en semen para cada uno, en manchas levantadas de su ropa interior, consigna Télam.
En cuanto a las manchas de sangre, se informó que Ramos tenía rastros hemáticos en las dos zapatillas, en el remera, en la pierna derecha de un short y en el bolsillo derecho del pantalón de jogging. Retondo tenía manchadas con sangre ambas botas de cuero de calzaba, tres muestras en su camisa negra y una en su jean gris. Además, Cuzzoni tenía sangre en la zapatilla izquierda y Lykan en la pierna derecha del jean gris.
Una hipótesis es que la sangre sea de los propios acusados, quienes resultaron heridos al forcejear con la pareja de panaderos, vecinos y peatones que intervinieron al advertir la violación.