Cuando la participación del vecino resulta indispensable
La Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Avellaneda celebró sus trescientos plenarios.
“La Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Avellaneda es un ejemplo de democracia participativa”, expresó el arquitecto Ricardo Muir, vecino y referente del grupo que el 24 de junio pasado celebró su plenario número trescientos con una gran participación de la comunidad local, en diálogo con el programa “Comunas, un desafío” (sábados a las 14 por AM 690) que conduce Alberto Espiño, con la colaboración de Gregorio Martín y Claudio Santa Cruz.
“La Mesa de Trabajo y Consenso (MTC) del Parque Avellaneda, que permite una gestión asociada entre el Gobierno de la Ciudad, las instituciones locales y los vecinos, se puso en marcha hace veinticinco años con la Ley 1153, pero el trabajo barrial lo arrancamos hace ya casi cuarenta años”, comenzó puntualizando el arquitecto Muir. Y luego explicó “es una mesa porque en ella la información está disponible para todos en un mismo nivel; es de trabajo porque allí se invierte tiempo y energía para construir propuestas colectivas; y es de consenso porque nada se vota, sino que se apuesta a trabajar sobre la base sólida y duradera de un diálogo sustentado en un nosotros, que permite superar posiciones sectoriales”.
Muir explicó además que, en sus primeros artículos, la Ley 1153 declara al parque Avellaneda como una “unidad ambiental y de gestión y ratifica el plan de manejo como elemento ordenador”. Además, resaltó que la MTC se plantea como “una instancia de participación abierta y pública para la planificación, gestión, monitoreo y orientación de ese plan de manejo”.
Y respecto al plenario con el que celebraron los 300 encuentros mensuales, Muir destacó “el lunes 24 celebramos más que un número, el plenario es uno de los elementos de la gestión asociada, lo que para otros modelos de participación sería la asamblea, el lugar donde la gente se encuentra y toma decisiones, por eso pesa lo emocional. Hace un año no lo pudimos hacer porque falleció Tito González Taboas, fundador y activo participante de esta Mesa, por eso también celebramos la vida y el pensamiento de Tito, que fue uno de los impulsores de la actividad barrial, de la multisectorial barrial y de la creación del Centro de Estudios Sociales de Acción Vecinal (CESAV) que fue el germen de esta Mesa de participación y gestión asociada”.
El arquitecto se refirió también a la vapuleada Ley de Comunas. “La Ley 1153 es anterior a la Ley de Comunas, las 1777 –remarcó- y plantea una forma de trabajo que todavía estamos esperando que suceda y se replique en las comunas”. En ese sentido sostuvo que “en el último tiempo se ha ido acentuando el trabajo conjunto con la Comuna 9 y con la Junta Comunal, pero nosotros queremos que eso se mantenga por la incumbencia directa que tiene la Comuna en distintas situaciones, con un encuentro mensual entre el grupo de gestión de la Mesa de Trabajo y Consenso y la Junta Comunal 9”. Y resaltó que “es interesante trabajar en la gestión asociada en relación a otras formas de participación, como por ejemplo la del Consejo Consultivo de la Comuna 9, la de las asambleas barriales, o la de las distintas ONG o movimientos sociales. Son distintas formas de organización social y la gestión asociada es una de ellas. La diferencia es que tanto la gestión asociada del Parque Avellaneda como la del Parque de la Estación, que es muy posterior, están establecidas por ley, y eso no es un dato menor”.
Según Muir, la MTC de Parque Avellaneda debería llamarse “Disenso, Trabajo y Consenso, porque como en toda discusión política, arrancamos siempre de un disenso, pero gracias al marco igualitario que se da en el plenario y la posibilidad de que todas las voces se expresen, finalmente las soluciones a los problemas surgen por consenso”. Y para graficarlo aún más, contó que el plenario que se realiza mensualmente en la Casona de los Olivera es una reunión pública y abierta, “para que todo el que quiera participar, participe activamente, en la medida en que se vaya comprometiendo con las reglas de trabajo y con los objetivos que se plantean”. Y concluyó “tenemos una consigna interna que es: el que viene con una idea se va con un trabajo. Por eso el plenario no es el lugar de los ‘habría que’, sino que es el hacer en conjunto, el ámbito de la acción colectiva. Por eso aquí la participación no es inútil, por el contrario, es esencial y es posible”.