Biblioteca Mañana de Sol
“Un movimiento que promociona la lectura”. Así definen sus integrantes a la Biblioteca Popular Mañana de sol que desde hace seis meses funciona dentro de JJ Circuito Cultural (Jean Jaurés 347).
Con un nombre que se inspira en el inicio de Mañana en el Abasto, el icónico tema de Sumo escrito por el eterno vecino Luca Prodan, este espacio de lectura busca consolidarse como un sitio de encuentro y un generador de propuestas artísticas en la zona.
Mediante acuerdos con editoriales independientes y campañas de donación, la biblioteca posee más de 350 volúmenes catalogados y cerca de un centenar de socios que disfrutan del sistema de préstamos. Además, cuenta con un sector circular bajo el lema “dejá un libro y llevate otro”.
Desde la biblioteca realizan una vez por mes Pasos Paredes Palabras, una caminata cultural por sitios emblemáticos del Abasto. Durante la misma se visitan murales destacados, edificios históricos y se escuchan historias vecinales, con invitados como integrantes de la agrupación Cultura Abasto.
El trayecto en sí mismo sirve de inspiración para, al cierre de la jornada, escribir textos en forma conjunta como si fuera un taller literario. Quienes participan de la recorrida pueden donar ejemplares para ayudar al crecimiento de la biblioteca.
Sobre esta experiencia, Ceci Testa, librera e integrante de Mañana de Sol, afirma: “La idea que tenemos es que la biblioteca no quede encerrada, por eso hacemos las caminatas, nos permiten acercar la biblioteca a otras personas. También nos permite conocer más el barrio en el que estamos”.
De modo similar, Maga Cervellera, escritora, tallerista y parte del grupo que gestiona la biblioteca, asegura: “Pensamos esto como un movimiento que promociona la lectura. También con actividades como las caminatas, salimos a la calle, generamos un momento que vincula a la gente con la lectura y el barrio”.
En cuanto a los inicios del proyecto, Tomás Schuliaquer, escritor y uno de los referentes del circuito cultural, asegura: “JJ está hace seis años y medio en el Abasto y teníamos ganas de incluir el libro físico de alguna forma dentro de este proyecto de espacio cultural”.
Todo inició hace medio año cuando JJ obtuvo una ayuda del Fondo Metropolitano de las Artes. “Varias editoriales presentan sus libros acá. Con ese dinero pudimos comprarles a cinco de ellas parte de su catálogo a un precio especial”, repasa Tomás.
Luego, engrosaron las estanterías de la biblioteca con donaciones de la Biblioteca Nacional y el aporte de vecinos y personas particulares: “Con eso hicimos una base, pudimos empezar a armarnos”.
Con el proyecto en marcha, los integrantes de JJ abrieron una convocatoria para sumar gente a la gestión de la biblioteca, por lo cual hoy son casi una docena de personas involucradas.
En el inicio, el centro cultural apuntó a vincular la biblioteca con la gente que asiste a los ciclos y actividades de JJ, luego amplió el panorama a la comunidad del Abasto y alrededores. “Trabajamos por articular con instituciones del barrio”, concluye Tomás.