Atención de todos los pacientes, sin distinción, en los hospitales porteños
Así lo expresan los resultados de la última encuesta digital de Cosas de Barrio
De acuerdo con la opinión de la gente que durante el último mes participó de la encuesta digital que Cosas de Barrio realizó en su sitio de Internet (www.cosasdebarrioweb.com.ar), el 38 por ciento de los votantes aseguró que todos los pacientes, sin distinción, deben ser atendidos por guardia en los hospitales porteños; otro 28%, por el contrario, sostuvo que deben tener prioridad los vecinos de la comuna local; un 25% expresó que la prioridad debería extenderse a todos los habitantes del territorio porteño; mientras que al 9% manifestó que debería dársele preferencia a quienes vivan o trabajen en la Ciudad de Buenos Aires (ver gráfico).
En total, en esta nueva edición de la encuesta digital realizada vía Internet por este medio, participaron un total de 1.909 vecinos.
La presente encuesta surgió como consecuencia de los dichos del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien a comienzos de febrero pasado adelantó que en la Ciudad están trabajando en un sistema de diagnóstico y atención que priorice la atención de los porteños en los hospitales públicos. Las palabras del mandamás de la Ciudad se dieron luego de que se viralizara un video de la Guardia del hospital Argerich, repleta de personas que no viven en el territorio porteño. Las imágenes expusieron una situación que no es nueva, pero que parece haberse acentuado en los últimos meses: la de muchas personas que no encuentran respuestas en la salud pública bonaerense y se trasladan a Capital Federal para ser atendidas, incluso en situaciones que no son de emergencia.
No obstante, el jefe de Gobierno aclaró que no habrá cambios en la atención de las personas que tengan riesgo de vida o que estén en una situación de emergencia, pero explicó que en la mayoría de los casos de los bonaerenses que cruzan la General Paz buscando atención médica, canalizan por guardia situaciones que no son realmente de atención primaria. En ese sentido, diferenció la situación de los bonaerenses que trabajan y pagan impuestos en Capital “a quienes -puntualizó- se les va a garantizar la salud pública en los hospitales”.
Históricamente el uso de salud pública en la ciudad es de 60/40. Un 60% de los pacientes son porteños y el 40% restante proviene de otras localidades, en su gran mayoría del conurbano bonaerense. Esas cifras, sin embargo, se acrecientan en el caso del hospital Santojanni, donde los porcentajes entre porteños y no porteños están parejos.
En ese sentido, vale destacar que, según consta en la Constitución porteña, la Ciudad de Buenos Aires tiene la obligación de brindar atención médica en forma irrestricta, sin importar el lugar de residencia de los pacientes. Al respecto, el jefe de gobierno insistió con “sincerar el sistema y trabajar un poco más seria y solidariamente”. Y recalcó: “nuestro compromiso por una salud universal, gratuita y de calidad en la Ciudad es pleno, pero le vamos a reclamar también a otros gobernantes que tengan la misma actitud”.
En principio, los porcentajes de esta encuesta subrayan esa universalidad en la atención de los pacientes. Así lo entiende el 38% de los participantes. No obstante, en segundo lugar, con el 28% del total, están quienes solicitan se le de prioridad a los vecinos de la comuna local, que en muchos casos deben padecer largas demoras para ser atendidos, ya sea en la Guardia o en el área de Consultorios Externos.
La situación, incluso, se torna aún más compleja tras el impacto generado por la liberación del mercado de la salud que impuso el DNU de Javier Milei. Desde entonces, las guardias de los hospitales se convierten en receptoras de pacientes que migran de las coberturas privadas por los reiterados aumentos y de aquellos afiliados a diferentes obras sociales que ahora se ven sobrepasadas. A ellos se suman quienes se quedan sin trabajo y ya no cuentan con cobertura médica. Como si fuera poco, el panorama se agrava por los pacientes con enfermedades crónicas que llegan a las salas de los hospitales con complicaciones graves, al no poder pagar sus tratamientos ambulatorios. Un combo explosivo a punto de estallar.