“La Guardia del Santojanni ya no resiste un aumento de la demanda sin poner en riesgo el sistema de salud”
Lo aseguró el Dr. Marcelo Struminger, jefe de Unidad Coronaria y referente del hospital de Liniers.
La viralización de un video registrado a comienzos de febrero pasado en la Guardia del hospital Argerich, en el que un médico asegura no dar abasto con la atención de los pacientes, puso bajo la lupa una situación que no es nueva: la saturación de las guardias de los hospitales públicos porteños. Sin embargo, el tema va más allá del reclamo del jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, quien tras la difusión de las imágenes apuntó contra los pacientes que se acercan a atenderse a los hospitales porteños desde el conurbano bonaerense, y subrayó la necesidad de que se le dé prioridad a los vecinos de su distrito.
La realidad marca que el sistema público de salud comienza a sentir el impacto de la liberación del mercado de la salud que impuso el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del gobierno de Javier Milei. En ese marco, las guardias se convierten en las receptoras de pacientes que migran de las coberturas privadas por los reiterados aumentos y de aquellos afiliados a diferentes obras sociales que ahora se ven sobrepasadas. A ellos se suman quienes se quedaron sin trabajo y ya no cuentan con cobertura médica. Como si fuera poco, este panorama se agrava por el registro de pacientes con enfermedades crónicas que llegan a las salas de los hospitales con complicaciones graves al no poder pagar sus tratamientos ambulatorios. En otras palabras, un combo explosivo.
Sin embargo, aún no parece haber llegado el punto crítico que ponga al sistema de salud pública contra la espada y la pared. “Estamos en verano y todavía no llegaron los primeros fríos, pero cuando eso suceda vamos a tener que responder a la demanda de una gran cantidad de pacientes que se acercarán con enfermedades respiratorias”, advirtió una enfermera del hospital Santojanni, con años de experiencia en la guardia del populoso hospital de Liniers y que, como todos sus colegas, cobra un sueldo que nada tiene que ver con la abultada y abnegada labor que realizan a diario.
Como se sabe, las empresas de medicina prepaga anunciaron para el mes de marzo un aumento de alrededor de un 23%, que se suma a las subas de más de un 30% en febrero y de más de un 40% en enero, producto de la liberación de las cuotas establecida en el DNU de Milei. Atento a esta situación, un reciente relevamiento de la consultora D´Alessio IROL detalló que “un 70 por ciento de los usuarios de medicina prepaga está contemplando realizar cambios en su cobertura de salud actual debido a los aumentos. De ellos, un 26 por ciento está considerando abandonar su proveedor actual por otra cobertura privada y un 10 por ciento está evaluando la posibilidad de depender exclusivamente del sistema de salud pública”.
La situación puntual del hospital Santojanni
Para intentar echar algo de luz sobre este tema y hacer visible el estado de situación por el que atraviesa puntualmente el Santojanni, Cosas de Barrio se contactó con el Dr. Marcelo Struminger, jefe de Unidad Coronaria del hospital de Liniers y secretario gremial adjunto de la Asociación de Médicos Municipales.
– ¿Se nota un incremento de pacientes en el hospital a raíz de los aumentos en las prepagas?
– En general, y en particular en el hospital Santojanni, existe una pendiente en ascenso posterior a la pandemia, en la cual se nota un aumento paulatino, lento y sostenido de entre un 2 y un 5% de pacientes en cada mes respecto al anterior. Pero en el mes de enero pasado ese número explotó y en el Santojanni se registró un 17% de aumento, lo cual podría corresponder al aumento de las prepagas, pero atribuir la causa sería arbitrario.
En medio de esa explosión de la demanda sanitaria, la guardia del hospital de Liniers es una de las que más pacientes recibe y, en su mayoría, requieren atención inmediata. “La Guardia del Santojanni posee un espacio físico insuficiente para la atención de la cantidad de pacientes que existe en este momento”, advirtió Struminger, y luego aclaró que “esto no es consecuencia de las medidas actuales, sino de un largo período de falta de obras para adecuarla a las necesidades poblaciones”. En ese sentido, el cardiólogo que lleva más de cuarenta años de labor profesional en el Santojanni puntualizó cuatro factores: “por un lado la población local creció en los últimos veinte años, pero además un mayor número de pacientes de áreas geográficas colindantes (como el conurbano) concurre al hospital. Y a eso hay que sumarle el mayor número de pacientes que deja de tener cobertura de obra social/prepaga y comienza a atenderse en el sistema público, todo en un hospital que continúa con el mismo espacio físico y recurso humano para una población que va en constante aumento”.
– ¿Qué consecuencias trae aparejadas esa situación?
– Varias y muy complejas. El hospital se ve obligado a internar pacientes en el sector de Guardia por falta de camas y de habitaciones, lo cual genera que muchos esperen en una camilla, en un pasillo o en un lugar que no es el ideal hasta que esté disponible uno más apropiado para su internación. A eso se agrega que, como el hospital no cuenta con área de internación de psicopatología (en violación, por más de veinte años con lo indicado por la Ley de Salud Mental de la Ciudad) los pacientes de salud mental que requieren internación permanecen días y días ubicados en boxes de atención ambulatoria de la Guardia, bloqueando la atención del resto de las consultas.
Y todo eso cuando aún no han hecho eclosión las enfermedades respiratorias, que suelen abarrotar las guardias de los hospitales. De allí la necesidad de proyectar lo que podría ocurrir en un futuro inmediato. “Un aumento del número de pacientes en el tiempo parecería hacer insostenible la atención -comenzó expresando Struminger- aunque como de costumbre los profesionales médicos terminan poniendo todo de sí para conseguir que los pacientes sean atendidos, a expensas de exponerse a condiciones laborales inadecuadas, con una insuficiente retribución. En cualquier caso, la guardia ya no permite un nuevo aumento de la demanda sin consecuencias riesgosas para el sistema de salud”.
– ¿Ya se les está dando prioridad a los pacientes porteños en el Santojanni, tal como lo anticipó el jefe de Gobierno?
– No, en absoluto. A la fecha no existe ningún protocolo que le dé prioridad a la atención de pacientes en la Guardia por su origen geográfico. Desde el personal médico, prima siempre la atención de la urgencia en función del tipo de cuadro clínico y el compromiso del paciente, lo que denominamos triage, y en forma secundaria el orden de llegada. No se hacen distinciones de otro tipo.
Según especificó Struminger, entre el 30 y el 35% de las consultas de guardia del Santojanni son de pacientes provenientes de sitios distintos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras que un 30% son ciudadanos extranjeros. “Muchos de ellos se acercan luego de consultar en hospitales o clínicas privadas del conurbano y no obtener la respuesta que esperaban”, sostuvo.
Ricardo Daniel Nicolini
Y como si fuera poco, el dengue
Desde el Ministerio de Salud porteño aseguran que la epidemia de dengue se encuentra atravesando un escenario de alto riesgo, con un marcado aumento en los contagios. Sin embargo, aunque la Comuna 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda) que el año pasado fue la más afectada, hoy es la segunda con menor tasa de contagios -solo detrás de Recoleta- los casos van en aumento. Los números hablan por sí solos: mientras que en la temporada pasada se registraron 9 personas afectadas por dengue, en la actualidad la cifra trepó a 28. Los números hablan por sí solos:
Según los últimos datos del Boletín Epidemiológico elaborado por el Ministerio de Salud porteño, desde principios de julio pasado hasta el 17 de febrero último, se registraron 1054 casos probables o confirmados de dengue en la Ciudad de Buenos Aires. Hasta el momento, 44 pacientes han requerido hospitalización y sólo cuatro de ellos requirieron cuidados intensivos. No se han registrado víctimas fatales.
Tal como ocurre con cualquier otra emergencia sanitaria, los casos locales con sospecha de dengue son asistidos en la Guardia del hospital Santojanni. “Luego de evaluar la presencia de criterios de gravedad, se establece la mejor estrategia terapéutica para cada paciente, la cual puede consistir en internación, observación en la guardia, o control ambulatorio con pautas de alarma. A todos los pacientes se les explica la importancia de monitorear síntomas de gravedad (sangrado, vómitos, dolor abdominal, alteración de la conciencia) y se les recomienda la hidratación adecuada y analgésicos (paracetamol). Siempre de acuerdo con el procedimiento específico encuadrado en las directivas del Ministerio de Salud”, explicó Struminger.
Y respecto a la gravedad de los casos presentados en el hospital de Liniers, sostuvo que “la gran mayoría son leves y pasibles de tratamiento ambulatorio. El número de pacientes asistidos por Guardia es similar al año pasado, pero existen dos cuestiones que provocan que la cuantificación no sea adecuada: en el mismo momento epidemiológico coexistimos con la presencia de casos de COVID cuyos síntomas pueden confundirse, y por otro lado, la confirmación por laboratorio llega muchas veces en forma posterior, cuando el paciente ya no está en el hospital”.