Cuatro jugadores de Vélez acusados de abuso sexual agravado
Avanza la causa contra Sebastián Sosa, Brian Cufré, Abiel Osorio y José Florentín y su situación se complica.
Un escándalo de proporciones sacude al club Vélez Sarsfield y vuelve a poner a integrantes del plantel profesional en las noticias policiales. Los jugadores Sebastián Sosa, Brian Cufré, Abiel Osorio y José Florentín, fueron acusados de abuso sexual del que habría sido víctima una joven periodista deportiva tucumana, de 24 años. En su denuncia, la joven explicó que el hecho ocurrió en la habitación 407 del Hotel Hilton, de San Miguel de Tucumán, tras el encuentro que el sábado 2 de marzo Vélez empató sin goles ante Atlético.
La Dra. Patricia Neme, abogada de la denunciante, brindó detalles sobre cómo se produjeron los hechos. “Ella estaba el día del partido en la zona mixta cuando el plantel de Vélez iba subiendo al micro para volver al hotel. Desde el interior del micro le hacían caritas. Sosa buscó su perfil en Instagram, le mandó un privado, le pidió el número de su celular y empezaron las charlas”. En cuestión de minutos el arquero y la joven habrían concretado un encuentro. “Él la invitó y ella accedió, pero en ningún momento se habló de hacerle una entrevista”, expresó Neme, quien amplió que la joven se enteró de la presencia de los otros jugadores una vez que llegó a la habitación del hotel.
La abogada sugirió además que la víctima sospecha, al igual que ella, que podría haber sido drogada con una bebida alcohólica, lo que causó su malestar. Neme destacó que se han realizado pruebas, incluidos exámenes toxicológicos, y están a la espera de los resultados.
A pesar de que la denunciante no estaba en condiciones de dar su consentimiento debido a “sentirse mareada”, Neme afirmó que la joven tiene algunos recuerdos esporádicos de las horas en la habitación. “En un instante, ve que dos denunciados se retiran y se van al casino. Luego de eso, cuando logra ponerse un poco mejor, llama a un Uber, y se va toda lastimada, ultrajada”, apuntó. Pero allí no terminó todo. La abogada señaló que después del incidente, Sosa continuó comunicándose con la víctima, intentando justificar el abuso calificándolo de “un buen momento”.
Y tras ahondar en los detalles del hecho, Neme subrayó que “le vamos a pedir 20 años de condena a la Justicia. Hay muchas pruebas”. Como para argumentar su acusación, remarcó que “la víctima está totalmente lastimada y con moretones. Ya entregó sus prendas a la Justicia y se sometió a las pericias correspondientes. Está muy mal, pero celebro su valentía, su determinación y su entereza para sobrellevar esta situación”.
Según la letrada, la denuncia tiene detalles de fácil comprobación: chats de Instagram en los que la joven fue invitada a la concentración de Vélez, y cámaras en la entrada del hotel y en todos los pisos, que ya fueron entregadas a la Justicia. Lo difícil de comprobar es lo que pasó dentro de la habitación, pero si se corrobora lo anterior es muy posible que prime la versión de la joven. La suposición de la parte denunciante es que los jugadores buscarán ampararse en el consentimiento, hecho que sólo conocen los involucrados.
Lo cierto es que si la víctima -cuya identidad se mantiene en resguardo- tiene una lesión compatible con abuso, estarán muy complicados. La denuncia es agravada por penetración y por haberlo hecho en grupo. Si se confirma que es cierta y llega a juicio oral, los futbolistas se enfrentarían a una dura condena.
Las reacciones en Vélez
Tras notificarse de la denuncia de abuso sexual, los cuatro futbolistas fueron separados del plantel profesional que dirige Gustavo Quinteros.
“Ante la gravedad de la denuncia, la Comisión Directiva del Club Atlético Vélez Sarsfield se puso inmediatamente a disposición de la Justicia de Tucumán para aportar toda la información y los elementos relevantes que puedan contribuir a la investigación y esclarecimiento del caso y determinar las responsabilidades correspondientes. Asimismo, en el marco del protocolo de actuación en casos de violencia por motivos de género de la Institución, se informa que se ha decidido separar de manera preventiva del plantel profesional a los jugadores mencionados en la denuncia”, expresó el club de Liniers en un comunicado oficial, que concluye diciendo “quedamos a completa disposición de la Justicia y la denunciante”.
Desde entonces, los jugadores involucrados se mantienen en silencio y el hermetismo es absoluto. Sólo el arquero Sebastián Sosa, se expresó someramente en sus redes sociales. “Repudio la violencia de cualquier tipo. Respeto la integridad física y sexual de toda persona. Confío en la rápida acción de la Justicia”, escribió el uruguayo de 37 años en su cuenta de Instagram. El guardameta está cumpliendo su segundo ciclo en el Fortín, luego de haberse coronado campeón en el Vélez de Gareca.
Tanto él como Cufré, Osorio y Florentín se encuentran en pareja. Sosa tiene una hija adolescente y un hijo de 4 años, mientras que Cufré y el paraguayo Florentín son padres de criaturas recién nacidas. Más allá del proceso judicial, los cuatro jugadores atraviesan un complejo cuadro de situación puertas adentro, en sus hogares.
El resto del plantel, por su parte, tampoco se expresó al respecto en las redes, aunque algunas versiones indican que reina un profundo malestar por la decisión de la Comisión Directiva de apartar a los jugadores involucrados.
Vale destacar que más allá de la terrible acusación penal que pesa sobre ellos, existe otro hecho punible a nivel laboral, al haberse desentendido de las normas que exige su empleador durante el desarrollo de una jornada de trabajo. En ese sentido, fuentes del club resaltaron que, por disposición de seguridad, nadie puede ingresar al hotel donde se aloja el plantel sin tener la autorización correspondiente ¿Y los efectivos de seguridad del club? ¿Y los del hotel? Dudas, que deberán esclarecerse en lo inmediato.
En principio, el actual mandamás fortinero, Fabián Berlanga, expresó “estamos impactados. Yo estaba en el lugar, en la puerta del hotel, a la hora que dice la chica que ingresó. Debe haber pasado por adelante mío y no me di cuenta. No sé cómo manejarlo, no tenemos información. El club no está imputado, entonces no tiene acceso a la causa, por lo cual nos cuesta conseguir información”.
Aunque sin dar nombres, Berlanga confirmó que uno de los implicados lo llamó por teléfono. “Me dijo algunas cosas, pero le contesté que prefería no saber nada y que esperara a que declarara o le diera explicaciones a la Justicia, yo no tenía por qué saberlo. Uno tiene contacto con los jugadores y hay más o menos aprecio, uno los quiere, entonces si se deja llevar por eso, quizás sale a defender algo que no es real”. Y añadió “le dije que no me contara nada más, que lo dijera donde lo tenía que decir. Ya nos reuniremos, pero no para que nos den explicaciones porque no soy yo quien los va a juzgar”.
Al mismo tiempo, el presidente reveló que el jugador que se comunicó con él le adelantó que mandaría una carta al club para pedir que no lo separaran de los entrenamientos. “Le dije que no iba a ser separado, pero sí que trabajarían en forma diferenciada hasta nuevo aviso y saber de qué se trata. No quiero impulsar una sanción porque después me puedo arrepentir. Ojo, no pongo en duda a la chica, pero hay que ver si estaban los cuatro, si uno salió, si todos salieron o se quedaron… Son elementos que debe tener la Justicia”.
Y sobre el respaldo que el club puede darles a sus futbolistas, sostuvo “se los puede cobijar hasta un punto. Pero hay que ser responsables, no es una pavada. No es que te escapaste de la concentración para tomar una cerveza en la esquina. Es un delito muy grave. Entonces tenemos que esperar que todo avance y nos nutran de información para tomar decisiones”.
Finalmente, Berlanga se refirió a los tiempos que maneja la Justicia y el apartamiento momentáneo de los jugadores del plantel fortinero. “Hay que analizar el día a día y ver el grado de culpabilidad que pueda tener cada uno. No los vamos a tener corriendo por la Villa Olímpica si la Justicia tarda dos años en expedirse. Alguien debería decir si están habilitados para desempeñarse naturalmente o no. Todo es tan prematuro y sorprendente que no queremos tomar una decisión errónea, ni en contra ni a favor”.
Y aunque el caso mantenga en vilo al mundo del fútbol, no se trata de un hecho novedoso para el club de Liniers. Como se recordará, hace poco más de tres años, el 3 de diciembre de 2020, en un asado organizado por el exdelantero del club, Martín Lucero, en una casa del country Camino Real de Boulogne, también se vivió un caso similar, cuando el propio Lucero junto a Ricardo Centurión, Thiago Almada y Miguel Brizuela, además del DT Juan José Delbene Acuña, fueron acusados de abuso sexual. En abril próximo, Delbene Acuña, que permanece en prisión -el único actualmente imputado en la causa- deberá afrontar el juicio oral.