Producto de la crisis se despide COAS
Durante 47 años COAS donó aparatología a los hospitales públicos para que los pacientes recibieran una atención médica a tiempo y de calidad y en la última década sumó la educación al apoyar a escuelas de enfermería
Actuó en el ámbito de CABA en 32 hospitales públicos, el SAME, el Instituto Pasteur, el Taller Nazareth y en escuelas de enfermería. A nivel nacional apoyó hospitales de la zona de AMBA y de varias provincias. Recibió el aporte vital de innumerables personas, organismos, empresas e instituciones que conformaron una verdadera comunidad en torno al proyecto solidario.
Hoy, mirando hacia atrás, se piensa en el camino transitado. Desde el primer día se constituyó como una empresa social. Se innovó en el modo de recaudación: se idearon emprendimientos comerciales y se destinaron las ganancias al fin solidario. Así nació la queridísima Feria de las Naciones, la principal fuente de ingresos de COAS.
Se aprendió a construir credibilidad. Se establecieron alianzas y planificación en equipo. Permanecieron fieles al cumplimiento de la misión. La transparencia fue casi una obsesión. Se atravesaron varias crisis, pero hubo un motor poderoso: la necesidad de que el paciente hospitalario tuviera una atención a tiempo y de excelencia.
Hoy toca decir que se llegó hasta acá. La compleja coyuntura económica no permite seguir adelante. Duele, pero también enseña humildad y fortaleza. El sentimiento es el de haber cumplido. Se ha destinado y se destinara hasta el último peso que fue generado hasta ahora en los queridos hospitales.
Esta es la verdad. Fueron años de intenso trabajo, desafíos y logros. Sólo queda decir gracias, miles de gracias a todos. COAS vivirá por siempre en los corazones y con la esperanza de que también en el de todos.