Cooperativa de Editores de Medios de Buenos Aires
Cooperativa Editores de Medios BA

Piden una Ley por la actividad textil en Flores Norte

Integrantes del colectivo vecinal Recuperando Flores Norte presentaron un proyecto de Ley en forma particular para declarar la emergencia urbanística, ambiental, social y de seguridad en la zona de las Comunas 7 y 10, que, según su parecer, se ha convertido “en un polo textil de escala metropolitana”.

Se trata de la zona de influencia de la avenida Avellaneda, en la cual hay más de 5.000 negocios textiles, junto a más de 150 galerías. Es un punto clave de la venta textil en la Ciudad, junto a Once, en Balvanera.

“A pesar de las diversas instancias de movilización, diálogo y denuncia que hemos impulsado a lo largo del tiempo, aun no hemos logrado sentirnos escuchados por autoridades oficiales”, plantearon los vecinos.

Para ello, señalan que el polígono donde hay conflicto está limitado por Boyacá, Gaona, Segurola y Rivadavia.

Lo dividieron en dos partes para poder entender la situación. El sector A está limitado por Nazca, Gaona, Segurola y Rivadavia. Hoy concentra “la gran actividad textil, con altísimos niveles de saturación de actividades textiles, que generan múltiples impactos negativos y ponen en riesgo el carácter del APH-53 (Área de Protección Histórica)”.

Luego, hablan del sector B, limitado por Gaona, Boyacá, Nazca y las vías del tren Sarmiento: “Se observa un incipiente proceso de expansión de actividades textiles complementarias al sector A, en detrimento del área residencial histórica”.

Señalan que la actividad textil sin control, entre otros problemas, genera: “Reconversión del uso del suelo residencial (en negocios, talleres, depósitos), expulsión de población, destrucción del patrimonio y la identidad barrial, colapso de las infraestructuras, colapso de la higiene urbana, precariedad laboral, inseguridad social, mala calidad de vida”.

“La presente propuesta no pretende penalizar o estigmatizar un uso o actividad económica tan importante para la ciudad y mucho menos a los ciudadanos y ciudadanas que las desarrollan legalmente, pero sí señalar la imperiosa necesidad de abordar una planificación urbana que permita regular la saturación de los usos del suelo y orientar la relocalización progresiva de las actividades hacia un ámbito acorde a sus necesidades e impactos”.

Por eso, proponen, entre otros puntos: “Reconocer la emergencia urbanística, ambiental social y de seguridad en el polígono; conformar un Área de Desarrollo Prioritario anclada en dos objetivos estratégicos: la renovación urbana del sector A la preservación de la identidad del Sector B. Crear un Área de gestión específica en la estructura de gobierno y una Mesa de trabajo y consenso vecinal que garanticen el desarrollo con participación ciudadana. Formular un diagnóstico integral y un plan de sector, con anclaje en proyectos de investigación académicos. Establecer lineamientos de la comunidad como antecedentes vinculantes del plan del sector, ajustar la normativa actual del Sector B para frenar la expansión de la actividad textil, conservar la identidad y recuperar la calidad de vida”.

“Son aspectos que “no pretenden poner freno al desarrollo de la ciudad y su economía, al contrario, pretende orientar un crecimiento equilibrado y sostenible de los barrios, densificando y mixturando usos en los corredores de mayor capacidad ambiental y consolidar y preservar grandes áreas residenciales que a manera de macromanzanas, deben garantizar la calidad de vida para vivir en la ciudad”, concluyen los vecinos.

 

Juan Castro