“Wi-fi Soldati Conectada, en Villa Soldati”
El esfuerzo y la salida colectiva ante la crisis y los nuevos desafíos, con el objetivo de integrarse, podría ser el título de esta nota sobre la iniciativa “Wi-fi Soldati Conectada, en la Comuna 8. Se trata de una iniciativa de ENACOIM de llevar conectividad a barrios populares en esta experiencia en forma conjunta con una organización social de la zona sur de la Ciudad.
El ENACOM impulsa proyectos de infraestructura en conectividad para que las localidades inscriptas en el Registro de Barrios Populares y aquí es done ingresa la propuesta de “Wi-fi Soldati Conectada, en Villa Soldati”
Se trata de una red de internet comunitaria, que fue creada por la organización social y política El Hormiguero y, gracias a ella, en los comedores, centros culturales e iglesias de cinco barrios populares, así como en sus estaciones del Premetro, los vecinos pueden acceder a un wi fi público. El Hormiguero desarrolló además una red de internet para el hogar, con 150 socios, que está en expansión: todas las semanas conectan de diez a quince nuevas viviendas. Garantizan así la conectividad en una zona que las grandes prestadoras de servicios de internet dejaron de lado.
En una reciente nota en Pagina 12 explicaron los responsables de la iniciativa que las obras fueron impulsadas por la Subdirección de Proyectos Especiales del Enacom, a cargo de Natalia Vinelli, comunicadora popular, y fueron financiadas con un fondo integrado por el 1 por ciento de los ingresos brutos de las empresas de telecomunicaciones. Los programas de la Subdirección de Proyectos Especiales tienen como objetivo dar conectividad a villas y asentamientos inscriptos en el Registro de Barrios Populares, así como a zonas rurales aisladas.
Otro ejemplo de estas características es Atalaya Sur, -sobre a que informamos en este medio- se trata de la experiencia de la Villa 20, generó puestos de trabajo. En el sector hacen el siguiente cálculo: por cada 100 hogares conectados a la red se genera un puesto de trabajo.
Atalaya plantea que el acceso a nuevas tecnologías en las que todos somos usuarios enfrenta a la militancia a un punto de partida diferente: “No se trata tanto de luchar por el acceso a bienes de los que está excluido, sino de intervenir en el modo en el que se accede. Hoy prácticamente todos tenemos acceso a un teléfono celular, pero en las zonas consideradas ‘no rentables’ la conectividad está limitada al uso datos. Esa incorporación al consumo masivo es el único modo en que el mercado está dispuesto a incluirnos”.