Cuestiones de privilegio y defensa
Luego de 15 semanas, la Legislatura porteña volvió a celebrar una sesión ordinaria. No fue un encuentro más, ya que la labor parlamentaria constaba de 15 páginas, con más de 200 proyectos de distinto impacto.
En un gesto que unió a bloques del oficialismo y la oposición, muchos de los legisladores presentes colocaron carteles con la consigna “Ahora más que nunca, Nunca Más”, en clara alusión a lo vivido el lunes.
Los hubo en las bancas del Frente de Todos, la UCR, incluso algunos del oficialismo Vamos Juntos. El frente de Izquierda puso carteles que iban más allá: “Villarruel-Milei, negacionistas, pro dictadura”.
Durante la sesión se volvió sobre lo ocurrido el lunes. Incluso el presidente del bloque oficialista Vamos Juntos Diego García Vilas mencionó: “Hace 40 años la sociedad dijo nunca más a la dictadura, hoy reafirmamos nuestro compromiso con los valores de la democracia y repudiamos la violencia. Pero estas discusiones no nos tienen que correr el eje y tapar el doloroso presente que vivimos, de pobreza y desigualdad”.
Luego, la legisladora del Frente de Izquierda e hija de desaparecidos Alejandrina Barry dijo: “Fue una reivindicación de la dictadura militar genocida. Hubo un reagrupamiento de los defensores de los genocidas”.
El legislador porteño por el Frente de Todos y hermano de un detenido-desaparecido, Claudio Morresi, llamó a Villarruel como “una hija ideológica de los genocidas y de los asesinos”.
Al final del encuentro parlamentario, se presentaron una docena de cuestiones de privilegio para que la Junta de Ética del Palacio Legislativo evalúe lo ocurrido, el rol del bloque LLA y demás cuestiones.
De todos modos, frente a estos señalamientos la legisladora de LLA y organizadora del acto Lucía Montenegro hizo uso de la palabra y negó todas las acusaciones: “Si por este acto se me tilda de genocida, golpista o asesina, no solo es una absurda mentira, sino que tampoco guarda relación con el evento en particular”.
Juan Castro