Belgrano y la zona donde viven y trabajan los embajadores
Las manzanas de 11 de septiembre, Gorostiaga, Maure, Malasia, Villanueva y Olleros se caracterizan por sus casonas y palacetes, árboles y embajadas
Muchos embajadores que vienen a vivir por unos años a la Argentina eligen estas cuadras premium, donde abundan los palacetes de gran envergadura y se pueden encontrar también construcciones más nuevas, ambas enmarcadas por sus pintorescas calles adoquinadas y donde las viviendas registran unos de los precios más altos del mercado.
Digno de un estatus mundial, las propiedades de la zona combinan elegancia, calidad, amplitud y exclusividad, tal vez los requisitos de un embajador para elegir su residencia familiar o lugar de trabajo. Aparte son cuadras muy tranquilas, poco transitadas por autos y peatones y a pesar de estar cerca de vías muy concurridas como la avenida Luis María Campos, Solar de la Abadía y una variedad de locales gastronómicos, no deja de ser una zona silenciosa.
Son varias las embajadas que con los años echaron raíces en esta zona. Por ejemplo, solo en 200 metros de la calle Olleros se encuentran la embajada de Ucrania, Filipinas y el Consulado de Egipto.
En estas cuadras también se encuentra la residencia de la ex embajada de Alemania, una casa con de doble frente que tiene 990 metros cuadrados distribuidos en subsuelo, planta baja y dos pisos, dimensiones que la posicionan como una de las propiedades más importantes del área. Está emplazada en un terreno de aproximadamente 1480 m² y se anuncia con 50 metros de fondo y pileta. Entre sus nueve ambientes se pueden mencionar cuatro dormitorios en suite con baños de mármol, sala de cine y bodega privada.
Apodada “la cuadra más europea de Buenos Aires”, el Pasaje Malasia ubicado entre Maure y Gorostiaga está destacada hasta en las aplicaciones de mapas como punto fotográfico de la ciudad de Buenos Aires.
La nueva Ley de Alquileres no aplica con la misma rigurosidad en las propiedades que funcionan como embajadas. Los contratos de alquiler con embajadas tienen la particularidad de que están exceptuados del plazo mínimo legal para un alquiler convencional de tres años y se pueden hacer contratos por un plazo inferior. Las embajadas tienen un tratamiento especial regulado por una cláusula del Código Civil y Comercial.
Cuando las embajadas firman un contrato de alquiler, no necesitan una garantía convencional como un inmueble o seguro de caución sino que es el país mismo el que garantiza el cumplimiento de las obligaciones contractuales. También lo frecuente es que la embajada se presente con su propio contrato de alquiler ya redactado en lugar de adaptarse al predeterminado de la inmobiliaria, aunque varía según la situación.
En cuanto a los requisitos que cada país pide criterios diferentes algunos buscan situarse en barrios consolidados, residenciales, que tenga cercanía con las embajadas, no tener vecinos muy cerca; si es un edificio que desde el balcón no se pueda acceder fácilmente al de ellos, que sea de categoría con seguridad 24 horas; y si es un barrio con muchas casas piden seguro contra incendio sobre todo para los muebles porque suelen pedir casas amobladas a menos que tengan un depósito.