Inauguración de la exposición “pinceladas de la vida” en el MBQM
Inauguración de la exposición “pinceladas de la vida” de Cecilia Najles en el Museo Benito Quinquela Martin (MBQM) de barrio de La Boca. Hasta el próximo martes 20 de julio estar disponible para ser visitada de la muestra en Avda. Pedro de Mendoza 1834.
Se trata de una artista viajera, atravesó continentes ilustrando a su paso diferentes sitios y las personas que lo habitan. Pinturas al óleo, acuarelas, grabados y otras técnicas trazaron un mapa de su experiencia vital y nos devuelven una muestra de su sensibilidad. Se puede visitar hasta el domingo 9 de julio de 2023, en la sede histórico espacio cultural de la comuna 4.
Promediando el siglo XIX, la ciudad de Buenos Aires recibió una oleada de exploradores europeos que, con interés científico y topográfico, se dedicaron a registrar imágenes del territorio y de sus habitantes a través de su ojo artístico. Abarcando incluso el interior del país, estos “artistas viajeros” ilustraron libros de expediciones y álbumes completos que servían a los extranjeros de diario orientador sobre lo desconocido. En tiempos en los que los canales de comunicación eran limitados, su trabajo significó un escalón fundamental en la cultura visual occidental. Pero efectuando el movimiento inverso, la segunda mitad del siglo XX posicionó a muchos artistas en formación frente a la idea de mapear el mundo desde su propia subjetividad. Es el caso de Cecilia Najles, quien configuró sus itinerarios en función de un interminable derrotero por el mundo, asumiendo una forma sensible de cartografiar su propia identidad.
Como mujer criada con el peso del prejuicio paterno, Najles no estudió Bellas Artes en su juventud, sino hasta que su marido la alentó a cumplir con aquel deseo primigenio en la década de 1960, concurriendo al taller del maestro Emilio Sirimarco. Una personalidad alerta la llevó rápidamente a procurarse sus primeras participaciones en exposiciones y reconocimientos en salones en torno a la década de 1970, pero no fue sino hasta la década de 1980 que postuló el desarraigo como práctica cotidiana y comenzó a viajar… Viajar y dibujar compulsivamente. Viajar y pintar como si un imperativo divino se lo dictara. Primero fue Latinoamérica, luego Europa, pero siempre su lupa estuvo puesta en extraer los aspectos íntimos de cada lugar visitado, entremezclando en ellos su misma esencia.
Párrafo aparte merece su búsqueda en terreno gallego, ya que en la década de 1990 Najles se afincó en la ciudad de Vigo y permaneció allí hasta los años 2000. Guiada por el vanguardista español Laxeiro, la fascinación de una vida dedicada al arte se abrió ante sus ojos. Incansable promotora de su obra, se vinculó con galeristas para perseguir un objetivo claro: el de ocupar un lugar en la escena de la plástica. Y si bien era consciente de que sus trabajos no se amalgamaban con las tendencias contemporáneas, jamás perdió la iniciativa de explorar nuevos caminos técnicos, como los vinculados al grabado y a la gráfica en general, que profundiza al retornar a su país.
En sus últimos tiempos, Cecilia vivió en una residencia para mayores, pero seguía trabajando, a pesar de sus temblores, con la ayuda de una facilitadora. Fue en esos días en que intervino sus propias estampas con color y textura, descubriendo líneas creativas a las que anteriormente se negaba. Cuando se cumplen 5 años de su partida física, sus hijas motorizan la realización de esta exposición retrospectiva, que recupera la variedad de sus emprendimientos plásticos con la intención de visibilizar una carrera a la que solamente detuvo el corazón.