Nueva Pompeya: detienen una familia de dealers
La División de Investigaciones Antidrogas Sur de la Policía de la Ciudad informó que se produjo la detención de una familia de dealers, en la que participaban de las actividades ilícitas una pareja junto a su hijo adolescente y dos cómplices.
La policía detalló que los imputados son una pareja integrada por un hombre de 52 años y una mujer de 49 que trabajaba junto a su hijo adolescente y otros dos cómplices en la venta de drogas en el lugar. Las sustancias se entregaban a los clientes tanto en el interior de la casa como en la vereda.
La base de la banda estaba ubicada en un domicilio de la calle Agustín de Vedía al 3100 en el barrio de Nueva Pompeya, el modus operandi de la banda había generado las sospechas de la División de Investigaciones Antidrogas Sur que, ante movimientos extraños en la zona, dio inicio a una investigación que finalizó con el allanamiento al lugar mencionado y las consecuentes detenciones.
La crónica del hecho indica que todas las pruebas recolectadas en el operativo en la vivienda de la comuna 4 fueron entregadas al Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°8, a cargo de Natalia Marcela Molina, quien determinó la intervención de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Vinculados con Estupefacientes en el caso. Así, bajo una orden judicial, se implantó una vigilancia sobre el lugar para seguir a los involucrados.
La justicia ordenó el allanamiento y se detuvo al presunto jefe identificado por las fuentes como Marcelo Mettini, de 52 años; a su pareja, Ana María Castro (49); al hijo de ambos, Nicolás (18); a Luciano Raspanti (27) y Fabricio Cristaldo (18).
El ministro de Justicia y Seguridad de La Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Burzaco, se refirió al caso: “Este es el resultado de una investigación de más de dos meses, lograda gracias al trabajo de la Policía de la Ciudad, en conjunto con la Justicia. Es droga que se secuestra y no llega a las manos de nuestros chicos, porque además de matarlos a ellos, a veces terminan matando a inocentes, o por un par de zapatillas o por celular que después cambian por esa droga”.