Parroquia Nuestra Señora de Lujan de Belgrano
La Parroquia de Nuestra Señora de Lujan Castrense es de estilo neorrománico y la donó íntegramente la marquesa pontificia María Adelia Harilaos de Olmos. La bendijo, en octubre de 1930, Santiago L. Copello que en ese momento era Vicario General del Ejército. Siendo padrinos el presidente de facto, General José Félix Uriburu, su esposa, Aurelia Madero. También el ministro de guerra General Francisco Medina. Se construyó con los planos del arquitecto y sacerdote Juan Beckeert, que también diseño la Basílica del Espíritu Santo.
El terreno en la avenida Cabildo 425 de nuestra comuna 13 lo cede el entonces Ministerio de Guerra. El concepto de Parroquia Castrense indica que el templo se erige como sede de las autoridades eclesiásticas castrenses. Desde allí se brindan los auxilios espirituales a los militares de las distintas fuerzas. Sin embargo, el templo no es excluyentemente militar, ya que está abierto a todo el que quiera ingresar.
El templo se reformó en la segunda mitad del siglo pasado según las normas del Concilio Vaticano II. Mantiene una belleza que invita a la oración. En el tímpano, sobre el pórtico de la entrada principal hay un bonito mosaico que representa a la Virgen de Luján. Está acompañada de dos ángeles, que le ofrecen la bandera argentina, un sable y una rama de laureles. Llama la atención el Pantocrátor sobre el pórtico de entrada delante del rosetón. Un trabajo único con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús recibiendo a los visitantes, lo escoltan dos ángeles.
Los vitrales magníficos son un verdadero libro que destaca la figura de los santos, aquellos que se distinguieron “por su entrega y servicio a lo largo de la historia de la Iglesia”. Los del presbiterio representan los cinco misterios gozosos del Santo Rosario. También en la puerta del acceso principal se encuentran otros cuatro con las imágenes de French, Belgrano, San Martín y Pueyrredón. Todos los trabajos se encargaron en el establecimiento “Vitraux D’art”, de Innsbruck, Austria.
El órgano de tubos es también una joya que brilla al ser ejecutado en las celebraciones. Construido en 1930 por la firma Steinmeyer y Strebel en Alemania. Su sistema original era tubular-neumático. Restaurado en 1996 por Carlos Amadini y Juan Weinhold, adaptándolo al sistema electroneumático con consola electrónica.
Otro detalle digno de contemplar es el Vía Crucis de La Castrense realizado con mosaicos donados por la bienhechora y comprados en la Casa Jesse de Innsbruck. En el presbiterio pende el Cristo de San Damian. La representación de Jesús crucificado donde se encuentran a la izquierda la Virgen María y a la derecha Santa María Magdalena.