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Corsos Porteños 2023. ¿Por qué los critican?

 

 

 

 

 

 

“Todos los años se repite la misma historia, pero cada vez con mayor intensidad. Llegan los Carnavales y los medios difunden los Corsos y las actividades que se realizan en cada barrio o localidad, con el apoyo y organización de los gobiernos municipales, pero al mismo tiempo vienen acompañados de una lluvia de comentarios, editoriales y notas criticándolos por los cortes de calle, los ruidos molestos, la suciedad que provocan y otros males, reales, pero bastante menores que los que provocan todos los fines de semana los partidos de futbol de todas las categorías, recitales, maratones y demás eventos deportivos y artísticos que provocan infinidad de inconvenientes y daños mayores”. Nota de opinión del profesor Guillermo Máximo Cao.

 

 

Por Guillermo Máximo Cao
(Integrante de Los Rengos del Bajo, primer murga integradora de Latinoamérica)

 

¿Cuál es la diferencia? LOS CORSOS NO SON NEGOCIO PARA NADIE. Son gratuitos, no hay “sponsor” ni grandes publicidades, no se televisan y por eso tienen muy mala prensa. Pero además, y es lo que más molesta: son una manifestación popular que gana las calles. Se expresa en las plazas y calles con participación de la gente, del vecino que aplaude, canta, baila y disfruta de una intervención artística, creada, elaborada, preparada, ensayada, por la “gente común” y para la “gente común” (demasiado común dirán algunos). Y para los que no lo saben, además las murgas porteñas, SON EVALUADAS y categorizadas por distintos jurados en base a un reglamento muy estricto, que contempla: vestuario, interpretación, música, letras, coreografía, duración de la presentación, entre otros rubros. Por eso siempre surge algún “cráneo” que quiere inventar un “corsódromo” y encerrarlos a todos ahí. Para cobrar entrada, televisar (si conviene) pero principalmente excluir y hacer negocio. En los corsos, además de la presentación de las murgas, hay otros números artísticos, generalmente del barrio que no tendrían otro medio para “mostrarse”. Las chicas y los chicos (y no tan chicos) reemplazan la tradicional guerra de agua por la nieve y algunos reflotan el tradicional “disfraz” de carnaval. Parece mentira pero hay abuelas que les cosen a sus nietas, hermosos vestidos de princesas, hadas, o las mamás y papás que con cualquier elemento le inventan un disfraz a sus hijos. SIN DUDAS EL CARNAVAL ES UNA FIESTA POPULAR. Por eso, antes de criticar gratuitamente, acérquense a algún Corso para ver de qué se trata. Y si es posible al que participan LOS RENGOS DEL BAJO, la murga integrada por personas con discapacidad que incluye a los llamados “normales”. Y si no pueden porque aprovecharon el “finde largo” y se fueron a pasear, recuerden que el tradicional feriado de lunes y martes de carnaval, que había eliminado la dictadura, se restituyó gracias a la lucha de las murgas que con muchas manifestaciones en la Av. Corrientes y en otras partes del país, se declaró, primero en CABA (2004) y después como feriado nacional (2010)

 

 

 

 

“Los Rengos del Bajo” nació desde APEBI (Asociación para Espina Bifida e Hidrocefalia). Se trata de una institución organizada desde hace más de 40 años por padres con chicos con esta problemática. La espina bífida es una patología que se genera en las primeras semanas de embarazo, es una malformación congénita que tiene consecuencias directas en la motricidad, movilidad. La mayoría se moviliza en silla de ruedas, bastones canadienses.

 

La tarea se centra en buscar la inclusión, rehabilitación y habilitación. APEBI cuenta con un centro de día donde hay diferentes tipos de terapias: psicología ocupacional, talleres de radio y también kinesiología.

 

“La murga surgió cuando desde nuestro centro, hace 18 años, se organizó un carnaval y trajeron murgas de diferentes barrios porteños. Los padres estando acá se preguntaron por qué APEBI no podía tener una murga con sus hijos. Y entonces se juntaron los padres que había, y se planteó las necesidades formar una murga a partir de otra que enseñe las particularidades básicas de una murga. Fue en ese momento que los padres se pusieron en contacto con la murga Los Preferidos de Villa Urquiza que durante un año y medio vinieron a enseñar lo que es el arte murguero: confeccionar los trajes, tocar instrumentos, hacer las letras de canciones, enseñar la formación de una murga, hacer banderas. Estuvimos trabajando con ellos y llegó el momento de despegarnos para hacer la nuestra de manera independiente. Al principio la murga estaba integrada por los chicos que iban al centro de día de APEBI que eran solo chicos con espina bífida, con el correr del tiempo la murga fue creciendo y empezó a haber no solo chicos con Espina Bifida sino también chicos con discapacidades mentales y con discapacidades sensoriales (ciegos, sordos). Además, nosotros incluimos a personas con cualquier tipo de discapacidad. Hoy por hoy no tenemos límites de discapacidad, ni de edad ni de nada. Es una murga inclusiva y eso es lo que tratamos de llevar a cabo.

 

La Murga se llama “Los Rengos del Bajo”. El nombre lo pusieron los chicos mismos. Acá en Ramsay se llama rengo a toda persona con discapacidad, un sordo es un rengo, se denominan entre ellos mismos. “Del bajo” porque estamos en el Bajo Belgrano. Este es un barrio reconocido por la murga y también los barrios de alrededor, esto nos impulsó a tomar contactos con otros lugares para mostrar lo que estábamos haciendo”, señalaron integrantes del Centro de Día a FM Bunker 91.9 de Santa Clara del Mar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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