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Futbolista contó cómo es vivir en la villa y superar las adversidades

Se trata de Hector “Tito” Canteros el actual futbolista de Patronato y de dilatada trayectoria, en la que se incluyó un paso por la selección nacional, motivado por el asesinato de Lucas González el futbolista contó  cómo es vivir en la villa y superar las adversidades para convertirse en jugador profesional.

En una extensa nota con Tiempo Argentino Canteros explicó lo complejo que es mundo del futbol, su camino de llegada y no dudó en decir que el mundo de la redonda a veces “te puede nublar” y hacer “perder el rumbo”. Esquivó balas y llegó a vivir de torneos relámpagos para tener algo de dinero encima.

Esta es otra historia más, la de un notable futbolista que también fue un pibe de barrio en la Villa 17 de Lugano (Pirelli) que no la pasó muy bien como tantos otros. En varios pasajes de la nota relatos hechos de su camino hacia la primera división.

Cantero contó En la misma villa nació su amor por el fútbol, uno muy distinto al que se juega profesionalmente. “Cuando había partidos por plata y se iba llegando a la final, o había definición por penales, la gente se te ponía ahí, el que te grita lo hace al oído. Más presión que eso no hay. Para mí era una final de Champions, y capaz estábamos jugando por cuatro o cinco lucas. Era lo que había en el momento”.

Del barrio llegó a las inferiores de Vélez, pero hubo otros que no tuvieron la misma suerte por diversas cuestiones de la vida. Entonces, explicó las claves por las cuáles logró alcanzar lo que quería. “Chicos que jugaban hoy están presos. Los pibes, en la mejor época, iban a los cumpleaños y yo me tenía que ir a dormir temprano. Mi viejo, cuando había joda, me venía a buscar a las 12. ‘Ya está, mañana tenés que jugar’. Tenés que tener mucha cabeza y disciplina. Era fuerte mentalmente: no tenía zapatillas y venía otro pibe, que andaba robando y las tenía fácil. Y podés llegar a decir: ‘Quiero un poquito de eso’. Ahí es donde te metés y no salís más. En ese tiempo, el fútbol tampoco te ayudaba. Apenas cobrábamos un viático, con Otamendi, 25 pesos.

También describió situaciones de mucha semejanza con lo ocurrido, cuando indicó “Me paraban por portación de rostro. Ven tres pibitos en gorrita y ropa deportiva después de la noche y se cruzan de calle. Me pasó un montón de veces con la Policía: venía de entrenar y me paraban. ‘Vengo de entrenar’, les decía. Y me revisaban todo el bolso, me decían que estaba robando, rastreando en el tren Belgrano. No sé qué querían. Mi viejo me enseñó que el respeto te lleva a todos lados. Y cuando veían que les hablaba bien, se calmaban. A veces te daba impotencia, porque los policías te daban un bife, algún golpe” confesó el futbolista.

Como final de su crudo relato canteros señaló el asesinato de Lucas González no le sorprendió en absoluto, aunque manifestó: “Fue muy injusto. Nadie se merece vivir lo que vivió. Te da mucha impotencia. Esa es la realidad, lo que vivimos los villeros, porque soy orgullosamente villero.