Eliminan aforos y restricciones horarias para shoppings, comercios, cines y la gastronomía en CABA
La progresiva mejora en la situación sanitaria permitió dar un nuevo paso en el retorno a la normalidad en la Ciudad de Buenos Aires. El Gobierno porteño dispuso el fin de las restricciones horarias para distintas actividades gastronómicas, comerciales y recreativas. Asimismo, se quitaron los límites al aforo, de manera que podrán funcionar con la totalidad de su capacidad.
La medida la dio a conocer la administración de Horacio Rodríguez Larreta el último viernes 1 de octubre, y aclaró que entraba en vigencia desde esa propia jornada. Coincide con las nuevas disposiciones de la Nación, que permiten la asistencia de público a los estadios de fútbol y el uso optativo del tapabocas en el espacio abierto, aunque la Ciudad no adhirió aún a esta última disposición.
Según el Gobierno porteño, ya no regirá ningún límite horario dentro del cual puedan estar abiertas las tiendas gastronómicas. Hasta el momento, tenían permiso para hacerlo de 6 a 3 am, y el límite llegó a ser a las 20 horas en el peor momento de la segunda ola. Lo mismo ocurrirá con todas las actividades con fin recreativo o comercial. Es la primera vez en la pandemia que se rehabilita un funcionamiento similar al de la normalidad previa al covid-19, un anuncio que coincide con el dispuesto para el servicio de Subte, que también recobra su horario habitual.
El otro gran punto tiene que ver con el fin de las limitaciones de aforo para centros comerciales, comercios, cines, teatros, y centros culturales. Lo mismo regirá para actividades religiosas como templos, y sociales o deportivas como spas, salas de juego, natatorios, clubes y gimnasios. No obstante, en todos los casos se recomienda mantener una distancia social prudente.
Dentro de la batería de anuncios, se destacó también el permiso para la realización de eventos masivos sin aforo, aunque con un tope de 6000 personas, que funcionará tanto en el interior como al aire libre. Esto podría abrir las puertas a uno de los pocos sectores que aún no regresó en la Ciudad de Buenos Aires: los boliches bailables. Los empresarios del sector venían sosteniendo que les era imposible funcionar con limitaciones a la capacidad, por lo que reclamaban el aval para el aforo completo.