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Presentan un proyecto para crear una Asociación de peluqueros en la Ciudad de Buenos Aires

Un diputado porteño presentó en la Legislatura un proyecto de ley para crear una “asociación de peluqueros”, para regular la actividad en la Ciudad de Buenos Aires. El mismo propone la exigencia de una matrícula para ejercer el oficio de manera legal, y el pago de un seguro de caución.

La propuesta es del legislador Marcelo Guouman, de Juntos por el Cambio. Está enmarcada en el expediente 1982-2021, dentro de la comisión de Legislación General. El texto llama a crear un “marco institucional que regule los derechos y las obligaciones de los profesionales de peluquería” dentro de la Ciudad. Con esta herramienta, aseguran, pretenden impulsar “prácticas responsables y del buen uso de las herramientas afines a la profesión”.

El proyecto delimita a un peluquero/a como “toda persona que, en forma normal, habitual y onerosa, realiza su labor en cuestiones físicas y estéticas en los miembros superiores de terceros”. Todos los que se encuentren dentro de este grupo quedarían comprendidos en esta nueva regulación. Según se relata en el propio texto, el peluquero Fabio Cuggini, a cargo de una famosa cadena de peluquerías que lleva su nombre, asesoró a la redacción del mismo.

La iniciativa de Guouman insta a crear una matrícula para que los peluqueros puedan ejercer su tarea. Esta pasaría a ser expedida por esta asociación, un ente público no estatal creado por la normativa en cuestión. Quienes deseen obtenerla, tendrían que ser mayores de edad, poseer título profesional habilitante o haber ejercido la profesión durante diez años de manera ininterrumpida, tener domicilio en la Ciudad, y contar con seguro de caución.

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Este último aspecto es uno de los más polémicos: en el proyecto se aclara que este importe “será afectado al pago de los daños y perjuicios que ocasione el mal desempeño de la actividad de peluquería del matriculado y las multas que se le apliquen en ocasión de la misma”. La asociación, a su vez, percibirá un ingreso anual en concepto de matriculación para poder afrontar sus obligaciones.

En el proyecto se destaca que “la persona no matriculada no puede ejercer actos de peluquería profesional”. A su vez, la nueva asociación contaría con una comisión directiva, sostendría elecciones periódicas para renovar las autoridades, y contaría con un poder disciplinario autorizado a vigilar “todo lo relativo al ejercicio de la profesión y la aplicación de la ley y de los Reglamentos”.

Dentro de los argumentos, el legislador, que tiene como coautora del proyecto a su colega María Inés Gorbea, se explica que “las nuevas tendencias, los nuevos productos, y el avance de la tecnología han hecho que la profesión del peluquero se complejice en sus labores tradicionales, llegando a ser una persona que en su labor posee una importante situación de responsabilidad sobre el tercero en quien trabaja”. A su vez se destaca que el Estado “carece de un mecanismo para que el ejercicio profesional sea óptimo, capaz, responsable y con una homologación que respalde el accionar de un tipo de profesional que trabaja sobre el cuerpo de terceros”, situación que esta asociación vendría a reparar.

“Es nuestro deber proporcionar las herramientas legales que brinden el marco necesario para el desarrollo de verdaderos profesionales que capacitados debidamente y acreditados mediante matricula profesional, cumplan su rol laboral y social en un ámbito de prestigio y reconocimiento comunitario”, precisa asimismo el texto.

Existe un antecedente similar, presentado en el 2013 por el entonces legislador Cristian Ritondo. Allí se había propuesto la creación del Colegio Público de Profesionales Peluqueros, que fijaba también un seguro de mala praxis para garantizar el derecho de los usuarios en caso de sufrir daños por la actividad de los peluqueros.