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¡Cordobazo!

Por la 14ª fecha de la Liga Profesional, con gol de Maher Carrizo (foto), Vélez venció 1 a 0 a Talleres de Córdoba en el Mario Alberto Kempes y el equipo de Guillermo consiguió su primera victoria en el torneo local, tras tres derrotas consecutivas. A pesar de un arbitraje marcadamente localista, el último campeón logró sumar de a tres y ahora pone la mira en San Antonio, su tercer desafío copero.

El presente del Fortín preocupaba, era uno en la Libertadores y otro, totalmente distinto, en el torneo local. No había explicación, ni se entendían los motivos. Mismos jugadores, diferentes resultados. Por eso esta victoria no implica relajarse, sino un respiro para tomar carrera y seguir, primero enfocado en el partido frente al conjunto boliviano, y luego pensando en los últimos dos encuentros por la Liga: Gimnasia en el Amalfitani y River en el Monumental.

El partido se inició bajo una lluvia tenue que se fue intensificando con el correr de los minutos. Tal vez por eso el primer tiempo tuvo más roce que fútbol, con pocas situaciones y muchas faltas. Talleres tuvo la pelota -65% de posesión y más del doble de pases que Vélez- pero no pateó ni una sola vez al arco. Literal: ni una. Mucho toque inofensivo y poca definición. Entre los 12’ y los 14’, una seguidilla de córneres ilusionó a los cordobeses, pero no hubo caso: faltó claridad y sobró imprecisión.

El conjunto de Liniers fue más directo. En una de las pocas claras, Braian Romero definió bien tras un centro desde la izquierda de Elías Gómez, pero el VAR se lo anuló por un supuesto empujón en el área del 9, que sólo el árbitro percibió. Bronca total en el Fortín, que sintió que le robaban el festejo del bolsillo.

En medio del tire y afloje, Talleres tuvo una chance clarísima: Federico Girotti cabeceó en el área tras un centro de Miguel Navarro, pero la pelota se fue rozando el palo derecho. A los 36’ Romero devolvió cortesías con un remate que rozó el travesaño.

El resto fue un partido friccionado, lleno de cortes y protestas. Se pegaron mucho más de lo que jugaron. Entre tantas piernas y amarillas, Cristian Ordoñez a los 28’ y Agustín Lagos a los 35’, se llevaron la suya. El partido no tuvo ni cerca 45’ de tiempo neto.

Al cierre de la primera etapa, Vélez salió de contra y Maher Carrizo recibió la pelota cerca de la medialuna del área rival, logró dominarla y quedó mano a mano con Tomas Cardona. El delantero le tiró un caño y al intentar encarar al arco, el último hombre de Talleres lo tomó alevosamente del pecho hasta derribarlo. No obstante, el árbitro, Brian Ferreyra, y el VAR, ignoraron por completo lo que era expulsión del defensor de la T y tiro libre para Vélez.

Pero en el arranque del complemento Vélez golpeó rápido. A los 3’ Maher Carrizo recibió a la carrera un pase exquisito desde la izquierda de Agustín Bouzat, y tras un pifie grosero en el rechazo de Cardona, el juvenil definió entre las piernas de Guido Herrera para el 1 a 0. El Kempes quedó mudo y el Fortín lo gritó con alma y vida.

Talleres trató de reaccionar con un par de intentos de Valentín Depietri y Girotti, pero le faltó claridad en los metros finales. El gol le cambió el libreto al partido: la T se adelantó, empezó a manejar la pelota, pero sin profundidad ni sorpresa. Vélez, cómodo con la ventaja, se replegó, esperó y apostó a salir de contra. Braian Romero, que ya había tenido el grito ahogado en el primer tiempo, siguió siendo la carta más punzante del Fortín.

A los 7’ el partido se empezó a calentar. Santiago Fernández vio la amarilla tras una entrada fuerte, y apenas cuatro minutos después fue con los dos pies para adelante ante Agustín Bouzat. Era la segunda amarilla cantada, pero una vez más Bryan Ferreyra, de frente a la jugada, decidió mirar para otro lado. ¿La dejó pasar por el contexto o por cobardía arbitral? Difícil saberlo, pero el reclamo desde el banco de Vélez fue tan ruidoso como justificado.

Entre los 10 y los 20 minutos, el partido se hizo más sucio que jugado: muchas infracciones, cortes constantes y una ráfaga de cambios en ambos equipos. Bouzat salió sentido y Carrizo, la figura, también tuvo que dejar la cancha lesionado. A esa altura, Vélez ya había metido varios cambios para reforzar el fondo, Thiago Silvero por Agustín Lagos, Kevin Vázquez por Claudio Baeza y Aarón Quirós por Elías Gómez. La idea era cuidar el resultado, mientras Talleres se la jugaba a pleno con los ingresos de Sebastián Palacios, Ulises Ortegoza, Nahuel Bustos y Cristian Tarragona.

A los 23’ Girotti tuvo el empate con un remate desde el centro del área que Marchiori controló sin dar rebote. Después, Ortegoza y Bustos intentaron desde media distancia, pero sus disparos carecieron de precisión y potencia. La T tenía la pelota, pero chocaba una y otra vez contra una defensa cerrada, bien parada y sin regalar absolutamente nada.

En los minutos finales, se repitió la fórmula: centros, apuro y poco juego. Vélez resistió, metió pierna, hizo tiempo con oficio y defendió el 1-0 como si fuera una final. El Fortín se lleva tres puntos de oro. Talleres, mucha posesión, poco peligro y una sensación amarga: jugó como para empatarlo, pero nunca encontró cómo.

Este triunfo representa un envión clave para el equipo del Mellizo de cara a su próximo compromiso, ya que este miércoles 23 visitará a San Antonio por la tercera fecha de la Copa Libertadores. Vélez llega como líder de su grupo y sumar de a tres en la previa le permite encarar ese duelo con mayor confianza y respaldo. En un certamen tan exigente, cada punto cuenta y no hay margen para errores.

Agustina Guadagno