
Confirmaron la reapertura del puente Ciudad de La Paz-Soler para fines de marzo
Los vecinos esperan ansiosos se cumpla la palabra oficial
Después de dos años este 31 de marzo finalmente, se reabriría una arteria principal para la circulación de los vehículos en la ciudad de Buenos Aires: el puente Soler-Ciuda de La Paz. La estructura, que une los barrios de Palermo, Belgrano y Colegiales, entre Dorrego y Santos Dumont, estuvo cerrada al tránsito desde fines de 2022, en la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, cuando se detectó la necesidad de llevar a cabo reformas de mantenimiento.
Ahora, los voceros del ministerio de Infraestructura confirmaron que se está cumpliendo el plazo que aquel letrero estipuló el año pasado, y que determinaba la reapertura para el 31 de marzo de 2025: “Inicio de obra. Puente Ciudad de la Paz. Habilitación tránsito EXCLUSIVO para livianos (31/03/2025-Etapa 1). De hecho, Gabriel Sánchez Zinny, jefe de Gabinete de Ministros de CABA, recurrió a las redes sociales para remarcar este próximo paso: “Estamos recuperando el Puente Ciudad de la Paz para mejorar la movilidad en la Ciudad. Un ícono histórico que une Palermo, Colegiales y Belgrano está siendo restaurado para volver a estar operativo. Esta obra es clave para la conectividad de la zona y la fluidez del tránsito porteño”, contó.
Esa habilitación significa, según lo que contaron en su momento fuentes de Autopistas Urbanas (AUSA), quienes son los responsables de la ejecución del proyecto, que a partir de dicha fecha podrán volver a circular por ahí los vehículos de porte pequeño, como autos, motos y bicicletas. Hoy las bicicletas tienen que ser alzadas por los usuarios para atravesar el puente por las escaleras laterales para peatones.

El reacondicionamiento empezó el año pasado, cuando pintaron las paredes del puente, antes grafiteadas, en lo que fueron los primeros trabajos de mejoras de la zona e incluyeron las calzadas. Otros pasos fueron arreglar los desagües del tablero, reconstruir las juntas e incorporar nuevos refuerzos metálicos. Básicamente, la obra en su totalidad se planea en dos etapas, y esta reapertura significa la concreción de la primera, donde se busca realizar una rehabilitación rápida mediante el agregado de nuevos refuerzos metálicos y proceder a la habilitación al uso público. Eso será exclusivamente para vehículos livianos hasta fin de 2025.
Además, en la cartera porteña explicaron que la segunda etapa comenzará en paralelo y será la construcción en taller de un puente nuevo metálico, de similar arquitectura y “con todas las exigencias de las normativas actuales”. La idea es reemplazar la estructura de manera definitiva y mejorar la transitabilidad para todo tipo de vehículos, incluidos ciclistas y peatones. Se estima que esta parte demore ocho semanas, mientras se realizan trabajos sobre los sectores aledaños, como veredas, iluminación y canteros. El servicio del tren, aseguraron, no se verá afectado.
Las demoras de más de dos años para abrir el tramo tuvieron en su base un conflicto Ciudad vs Nación. Como el trecho pasa por encima de las vías del tren Mitre, ramal Retiro-León Suárez, debían contar con la habilitación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y la Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse). El proyecto original estaba en manos de Espacio Público e Higiene Urbana, pero este fue derivado al ministerio de Infraestructura porteño cuando determinaron que las tareas excedían sus facultades, porque los estudios habían arrojado que tenían que construir un puente prácticamente nuevo.