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Los cortes de luz, un problema sin solución para los vecinos

Así lo expresan los resultados de la última encuesta digital de Cosas de Barrio

De acuerdo con la opinión de la gente que durante el último mes participó de la encuesta digital que Cosas de Barrio realizó en su sitio de Internet (www.cosasdebarrioweb.com.ar), el 36 por ciento de los votantes aseguró que en lo que va de este verano sufrió cuatro cortes de luz en su hogar; otro 25%, por el contrario, expresó no haber padecido ningún corte de energía eléctrica; un 16% señaló haber sido víctima de dos cortes; el 13% enfatizó que le cortaron tres veces el suministro eléctrico; mientras que el 10% sólo se vio afectado con un corte (ver gráfico).

En esta nueva edición de la encuesta digital realizada vía Internet por este medio, participaron un total de 1.969 vecinos.

Tomando un enfoque global de este muestreo, puede afirmarse que tres de cada cuatro votantes han tenido que padecer cortes de energía eléctrica en sus hogares en lo que va de esta temporada estival. Cifra por demás elocuente, que no hace más que graficar una realidad tan evidente como insostenible.

Desde hace años, los cortes de luz son una constante durante cada verano en el área metropolitana y la causa está centrada en la histórica falta de inversiones del sector energético y las empresas que lo integran. No obstante, desde la asunción del actual gobierno se remarcó que el aumento de tarifas serviría para poner en marcha esas mejoras, cosa que, en la práctica, jamás ocurrió.

En ese sentido, tampoco se escuchó la voz de la responsable del área, la secretaria de Energía, María Tettamanti, quien lejos de dar explicaciones sobre los reiterados cortes que vienen afectando a cientos de miles de usuarios, optó por llamarse a silencio.

Como sea, los expertos coinciden en señalar a la falta de mantenimiento y el retraso de inversiones claves para el sostenimiento del servicio, como las principales causas de una situación que ya dejó de ser eventual para transformarse en un clásico de cada verano, cuando el termómetro supera los 30 grados.

Vale la destacar que esa falta de inversiones claves, se da en un sector que en el último año se ha visto beneficiado con aumentos de las tarifas de la energía eléctrica del orden del 300 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), de la UBA y el Conicet. Dicho de otra forma, para muchos hogares de sectores humildes, pagar la factura de la luz implica reducir considerablemente la ingesta de alimentos.

Por otra parte, en una ciudad donde los edificios le vienen ganando la pulseada a las casas bajas, en el mismo lugar donde antes vivía una familia, ahora vivan treinta o cuarenta. Y, sin embargo, la infraestructura eléctrica no va a la par de ese crecimiento sostenido.

Aunque los especialistas sostienen que el mantenimiento y la inversión deben ser permanentes, desde el gobierno no se observa una preocupación en este sentido. Por el contrario, al marcado aumento de tarifas se le sumó además la suspensión de obras de infraestructura que son claves para el sistema eléctrico y que, de haber existido, hubieran permitido reponer más rápido o evitar la expansión de los apagones.

En paralelo, empresas como Edesur -en cuya jurisdicción ocurre la gran mayoría de los cortes- lejos están de utilizar los dividendos que les ingresan por los aumentos en inversiones de infraestructura. Y para terminar de conformar ese cóctel letal, el Estado no se ocupa en controlarlas. Así las cosas, las empresas distribuidoras saben que el Estado no sólo les otorgó todo lo que pedían, sino que, además, ni siquiera las audita. Difícilmente entonces se dispongan a invertir en obras…

Aunque suena lejano, desde el sector ya advirtieron que el verano 2026 será aún más complicado que el de este año, con temperaturas extremas, un sistema energético deteriorado y una economía recién salida de la recesión y con mayor demanda energética.

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