
Y un día Vélez hizo un gol, volvió a ganar y recuperó la alegría
Ya sin Domínguez como DT, y con el interinato de Marcelo Bravo, el Fortín se impuso por 1 a 0 a San Martín de San Juan en el Amalfitani, con gol de Braian Romero (foto). Fue un triunfo trabajoso en un partido disputado que se destrabó sobre el final. Tuvieron que pasar nueve fechas para que Vélez volviera a marcar y a quedarse con los tres puntos. No obstante, aún falta mucho para recuperar la mística del equipo campeón. De eso tendrá que ocuparse Guillermo Barros Schelotto, que esta semana se hará cargo del plantel.
La calurosa tardenoche de viernes se mostraba como la indicada para empezar a revertir la historia. La salida de Sebastián Domínguez -a quien la Comisión Directiva prometió abonarle la mitad de su contrato- tras la derrota ante Huracán, volvió a poner al Indio Marcelo Bravo al frente del equipo, para disputar el partido ante San Martín de San Juan, como paso previo a la llegada del mellizo Guillermo Barros Schelotto, que este lunes se hará cargo del plantel profesional.
Así las cosas, el DT de la Reserva fue a lo seguro: plantó un equipo con mayoría de juveniles -a los que conoce de sobra desde hace años- y les dio descanso a las recientes incorporaciones. Vélez se plantó como dominador de las acciones e intentó desde el comienzo buscar el arco rival, pero sin evitar, no obstante, las arremetidas de la visita.
A los 16’, Maher Carrizo recibió el balón en tres cuartos de cancha y encaró hacia el arco, se sacó de encima a su marcador y al ingresar al área habilitó a Brian Romero, que con un derechazo seco la clavó junto al palo del exVélez Matías Borgogno. El Amalfitani estalló en un grito que hizo vibrar Liniers. Al fin se cortaba la sequía. Sin embargo -cuando no- el VAR pidió revisar la jugada y determinó que medio pie de Carrizo estaba adelantado al momento de partir el pase que lo habilitaba. El gol fue anulado y había que volver a empezar.
Vélez no claudicó en su afán por tratar bien la pelota y hacerla circular, pero al mismo tiempo, dejó en evidencia sus limitaciones. El joven Álvaro Montoro, encargado de generar juego, no alcanzaba a hacer pie con el balón y sus intervenciones resultaban intrascendentes. Mientras, por la banda izquierda, Elías Gómez era fundamental con sus subidas, pero volvía a fallar a la hora de intentar contener el ataque rival. Y en la última línea, Valentín Gómez -que volvía al primer equipo tras su frustrado pase al Udinese- era garantía de jerarquía, seguridad y salida, pero, a excepción de Agustín Bouzat -que volvió a demostrar porqué es el capitán de Vélez- no encontraba receptores.
Ya en el inicio del complemento, fue Tomás Marchiori el que debió intervenir en un par de oportunidades para mantener su valla en cero. Hasta que a los 67’, un terrible planchazo de Marco Iacobellis -hasta allí la figura del Santo- sobre Bouzat, dejó al elenco sanjuanino con diez hombres, y obligó a Vélez a salir a buscar con todo la ansiada victoria.
A los pocos minutos, un centro bombeado de Matías Pellegrini -que poco antes había ingresado por Montoro- rebotó en el travesaño de Borgogno. Pero a los 34’, Isaías Andrada -que desde hacía unos minutos ocupaba la banda derecha en lugar de Jano Gordon- metió un buscapié que Romero conectó y definió por debajo del cuerpo del arquero. Ahora sí era tiempo de gritar el gol que le ponía fin a una sequía de 850 minutos en la Liga Profesional.
Con un Vélez que siguió buscando y que pudo haber aumentado el marcador se fue diluyendo el partido hasta el pitazo final. Poco después llegarían las explosivas declaraciones de Valentín Gómez, responsabilizando a la dirigencia del Fortín por su pase frustrado y por las desatenciones en diversos sectores de las instalaciones del club. Palabras que se muestran como el prolegómeno de la irreversible necesidad del jugador de ser transferido al exterior.
La próxima parada del equipo de Liniers será recién el lunes 17 de marzo desde las 21:15, cuando por la fecha 10° visite a Atlético Tucumán, ya con Guillermo Barros Schelotto como DT. Ojalá que, para entonces, este impensado arranque de año sea apenas un mal recuerdo.