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Opiniones repartidas respecto a la labor de la Junta Comunal 9

De acuerdo con la opinión de la gente que durante el último mes participó de la encuesta digital que Cosas de Barrio realizó en su sitio de Internet (www.cosasdebarrioweb.com.ar), el 38 por ciento de los votantes consideró que el desempeño de la Junta Comunal 9 durante el año pasado fue “muy bueno”; otro 37%, por el contrario, lo evaluó como “malo”; un 22% señaló que fue “regular”; mientras que el 3% restante cliqueó en la opción “bueno” (ver gráfico).

En total, en esta nueva edición de la encuesta digital realizada vía Internet por este medio, participaron un total de 1.944 vecinos.

La diversidad de miradas de los votantes de este muestreo se corresponde, en tal caso, con las variantes que ofrece la labor de cada uno de los siete comuneros que integran la Junta Comunal 9, los mismos que a fines del año pasado cumplieron su primer año de gestión, tras haber asumido el 10 de diciembre de 2023.

El cuerpo comunal del distrito local, que abarca los barrios de Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda, está compuesto por tres miembros de Juntos por el Cambio (el presidente, Maximiliano Mosquera Fantoni; Soledad Aulita y Alexis Miranda), tres de Unión por la Patria (Juan José Chaves, Lorena Crespo y Alberto Espiño) y uno de La Libertad Avanza, Luis Yari Meozzi. En todos los casos, su labor debe ajustarse a las atribuciones que indica la Ley de Comunas (1.777) sancionada en 2005.

Las Comunas nacieron para acercar el Estado a la gente y fortalecer la democratización de la gestión de la Ciudad, dándole herramientas a la sociedad para participar activamente en la formulación de políticas públicas, incidir en el proceso de toma de decisiones y en el control de los asuntos públicos. El gobierno de cada Comuna es ejercido por un órgano colegiado, la Junta Comunal, que tiene responsabilidad de gestión en competencias exclusivas, principalmente sobre el espacio público, y en competencias concurrentes, que debe articular constantemente con el gobierno central. No obstante, el camino hacia la descentralización aún tiene mucho trecho por recorrer.

La desconcentración de servicios trajo beneficios a los vecinos de la Ciudad, que antes tenían que ir hasta el Centro a hacer sus trámites o acercar sus demandas. Sin embargo, muchas de las funciones que indica la ley aún no han sido transferidas a las comunas. Incluso hay mucha gente que no conoce cuál es su rol ni quiénes son sus comuneros.

Podría decirse que los comuneros son el primer eslabón entre los vecinos y el Estado, los encargados de conocer los problemas del barrio, atender las necesidades de los vecinos y alentarlos a que se involucren en instancias participativas. A partir de allí, su función esencial es canalizar las demandas y opiniones vecinales para que el Gobierno actúe en consecuencia y que cada política pública sirva para mejorar su entorno.

En ese sentido, el principal desafío de las juntas comunales es alcanzar la mayor autonomía de gestión posible para el beneficio de sus vecinos. Y aquí la descentralización resulta esencial. Una descentralización que, en la práctica, dista mucho de aplicarse como marca la ley. El gobierno porteño continúa acaparando muchas de las atribuciones que deberían recaer en los juntistas.

En ese marco, los comuneros actúan en forma dispar, de allí que no sea casual el resultado de esta encuesta. Mientras algunos optan por acotar su labor a las escasas atribuciones que les otorga el Ejecutivo porteño -y derivan al bot del 147 cualquier problemática vecinal que exceda sus limitaciones- otros se atreven a dar un paso más allá y no dudan a la hora de ponerse la camiseta del barrio y sus vecinos.

Para ello, hacen uso de sus vínculos con legisladores y funcionarios de turno, salteando así la burocracia oficial que implica el freno a la Ley de Comunas.

Como sea, resulta imprescindible la existencia de un canal de diálogo permanente entre los juntistas y los vecinos. Allí se inicia el camino hacia una democracia plena y participativa.