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La fuerza que mueve al mundo

14 de febrero: Día internacional de la Energía.

Por la Lic. Graciela Godoy de Sadorín (*)

Durante miles de años el hombre se valió del agua como fuente de energía y la forma más antigua de aprovecharla fue el molino, que se remonta a la época romana.

Existen dos clases de molinos hidráulicos: la rueda con paletas, movida al pasar el agua por la parte inferior; y la que es impulsada por el agua al caer, aprovechando un salto para canalizarla con el objeto de que mueva las aspas. Estos antiguos molinos duraron cientos de años y sin excesivos cuidados, a pesar de que los hacían en su mayor parte de madera. Pero eran desproporcionadamente grandes en relación a la fuerza que se obtenía.

Energía hidráulica, un regalo de la naturaleza

La energía hidráulica es uno de los mejores métodos para producir electricidad. Se elige un río emplazado en una orografía adecuada para construir una represa, es decir, un lago profundo que contenga muchos millones de toneladas de agua. A pesar de que la construcción de una central hidroeléctrica es muy costosa, la obtención de energía no consume combustible alguno. En nuestro país, la represa Yaciretá-Apipé, en el Río Paraná, provincia de Corrientes (Argentina) y departamento de Misiones (Paraguay), fue inaugurada el 12 de mayo de 1993. El equipo de la central tiene una potencia de 3.200 MW y una cota de 83 metros sobre el nivel del mar. Abastece el 22% de demanda de electricidad argentina.

El agua de los ríos es una fuente de energía renovable, económica y no contaminante. En nuestro país representa el porcentaje más elevado de todas las reservas energéticas, pero a pesar de ello, el consumo de energía proveniente de los ríos resulta aún insuficiente. Las represas hidroeléctricas generan beneficios: obtención de energía, obras de riego, abastecimiento de agua a poblaciones cercanas, prevención de inundaciones, desarrollo turístico, práctica de deportes náuticos, pesca deportiva y navegación. No obstante, algunos ecologistas consideran a las represas como una de las construcciones que más perjudican al medioambiente: inundaciones de tierras aptas para el agro, modificaciones climáticas, alteraciones en las migraciones de los peces, desplazamiento de poblaciones, proliferación de mosquitos y parásitos, contaminación y putrefacción de las aguas. A pesar de todo, el hombre puede minimizar estos problemas, siempre y cuando aproveche la experiencia adquirida y se comprometa a cumplir con los programas de control existentes.

Energía de las mareas y de las olas

Una de las pocas centrales hidroeléctricas que explota la fuerza de las mareas está situada en el estuario del Rance, en Francia. Los cambios de nivel se aprovechan para mover turbinas montadas en grandes barreras que cierran un estuario.

Lamentablemente hay pocos sitios en el mundo donde las mareas tengan fuerza suficiente para ser aprovechadas de este modo. En cuanto a la fuerza de las olas o energía undimotriz, escasos sistemas han pasado la fase de diseño y sólo el desarrollo Pelamis de Wave Power, en el Reino Unido, puede considerarse cercano a la fase de explotación comercial.

Otras fuentes de energía natural

La energía solar es la obtenida de la radiación electromagnética procedente del sol. En la actualidad puede captarse por medio de células fotovoltaicas, helióstatos o colectores térmicos, que pueden transformarla en energía eléctrica o térmica. En la Argentina existen grandes zonas en el NOA con insolación adecuada, pero los altos costos impiden una mayor generalización de su uso. En cuanto a la del viento -energía eólica- se obtiene mediante aerogeneradores; nuestra Patagonia es un área de importancia, como el sur de la provincia de Buenos Aires, pero su desarrollo es aún incipiente.

(*) La Lic. Godoy de Sadorin es profesional del CONICET, Química (UBA) yMáster Comunicación, Científica, Médica y Ambiental (Univ. UPFARMA Barcelona).