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Milei en Davos cargó contra la ideología Woke

“Hay que eliminar el virus de la ideología woke” expresó el presidente y cuestionó al Foro de Davos por ser parte del impulso de esa “ideología aberrante”.

Javier Milei continuando con su discurso violento cargó contra el foro y contra la ideología woke, subrayando que la “época dorada” internacional no podrá llegar si sigue vigente “esta ideología aberrante de la cultura”.

Milei hizo una explicación sobre la “cultura woke”, un térmico utilizado por la ultraderecha para referirse al progresismo.

“Es el resultado de subversión cultural”, enfatizó el jefe de Estado en Davos, y detalló: “El feminismo, la equidad, la ideología de género, el cambio climático, el aborto y la inmigración, son todas cabezas del mismo monstruo, cuyo fin es justificar el avance del estado”.

Se quejó de que el “wokismo” tiene “el deseo manifiesto de destruir la crítica y la disidencia”.

Woke («despierto» en inglés) es un término que, originado en los Estados Unidos, inicialmente se usaba para referirse a quienes se enfrentan o se mantienen alerta frente al racismo. Posteriormente, llegó a abarcar una conciencia de otras cuestiones de desigualdad social, por ejemplo, en relación con el género y la orientación sexual. Desde finales de la década de 2010, también se ha utilizado como un término general para los movimientos políticos progresistas o de izquierda y perspectivas que alegan enfatizar la política identitaria de las personas LGBT, de las personas negras y de las mujeres.

El término woke proviene del pasado del verbo en inglés wake, que significa despertar. En su uso moderno, se refiere a un estado de conciencia sobre las injusticias sociales y políticas, especialmente en temas como el racismo, la igualdad de género, los derechos LGBT+ y el cambio climático. El diccionario Oxford define esta palabra como “estar consciente de temas sociales y políticos, en especial el racismo”. Sin embargo, añade que muchas veces se usa de forma despectiva, para describir a quienes parecen “molestarse con demasiada facilidad” o “exagerar sobre estos temas sin generar cambios reales”.

El término woke también abarca prácticas como la “cultura de la cancelación”, un fenómeno donde se boicotea a personas o empresas percibidas como ofensivas o contrarias a los valores progresistas. Para sus críticos, este comportamiento representa una coerción ideológica que amenaza la libertad de expresión y fomenta una división social más profunda.