Ciclovías en el Abasto

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció una serie de medidas para modificar la red de ciclovías. Las primeras medidas impactan en forma directa en la zona del Abasto, al intentar ensanchar la de Billinghurst y suprimir la de Tucumán, algo que fue judicializado.
Según una Resolución de la Secretaría de Transporte de fines de diciembre de 2024, se dispuso “autorizar la puesta en valor del eje de ciclovía Billinghurst – Virrey Liniers” y dar por “autorizada la remoción de la ciclovía emplazada en la calle Tucumán desde la calle Libertad hasta Talcahuano y desde la Av. Uruguay hasta Billinghurst”.
En Tucumán además se promovía prohibir “con carácter transitorio y experimental, por el plazo de 90 días corridos el estacionamiento las 24 horas junto al carril izquierdo”.
Al cierre de esta edición, avanzaba la renovación en Billinghurst. Una cuadrilla de operarios había levantado varias capas de pavimento y removió los tabiques de concreto.
Según fuentes oficiales, el objetivo es ensanchar la ciclovía unos 50 cm ya que es una de las más utilizadas, debido a que conecta el barrio de Palermo con Almagro y Boedo, también con la zona del Abasto.
Se trata de la “ampliación de un 25% de superficie para mejorar la circulación de bicicletas sin afectar la capacidad vehicular”, según documentaba un folleto repartido por las autoridades a los frentistas. El ensanchamiento inicialmente estará habilitado entre Perón y Gorriti. Las obras comenzaron en el trayecto entre Perón y Valentín Gómez.
También se proyecta una renovación en toda la “traza, entre Mansilla y Entados Unidos”: “Eliminación de desniveles y disminución de las pendientes”. A esto hay que agregar una “optimización de la infraestructura y la señalización para garantizar una experiencia más segura para los ciclistas”.
La citada Resolución de Transporte fundamentaba: “Actualmente la traza de la ciclovía de la calle Tucumán, desde la calle Libertad hasta la calle Talcahuano y desde la avenida Uruguay hasta la calle Billinghurst, genera redundancia con las ciclovías emplazadas sobre las avenidas Córdoba y Corrientes, éstas últimas diseñadas como pares viales unidireccionales que ofrecen mayor capacidad, permiten el sobrepaso entre ciclistas, y proporcionan conexiones más directas con atractores de viaje a otros puntos clave de la Red de Ciclovías Protegidas”.

“Dichas avenidas absorben la mayor parte de la demanda ciclista del sector, concentrando un flujo total de 4.644 viajes diarios frente a los 1.289 viajes registrados en el eje Tucumán, lo que evidencia un uso significativamente menor en esta última traza”, agregaban.
“La remoción de la ciclovía dispuesta sobre la calle Tucumán, permitirá optimizar el uso del espacio público en una zona de alta densidad vehicular mejorando la fluidez del tráfico en el entorno, especialmente como vía complementaria a la avenida Córdoba; Que por otro lado, la implementación de medidas complementarias como la prohibición de estacionamiento en mano izquierda en el tramo de estudio permitirá aumentar la capacidad vial y generará un impacto positivo en la circulación vehicular del área”, indicaban en el GCBA.
A fines de diciembre, ante un amparo del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), el juez Guillermo Scheibler había dictado una medida precautelar para detener la remoción de la ciclovía de la calle Tucumán.
“Corresponde ordenar a la demandada, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como medida precautelar que por donde corresponda disponga la inmediata paralización de las obras de remoción de las ciclovías ubicadas en las calles Tucumán y Marcelo T. de Alvear de esta ciudad hasta tanto se acompañen a la causa las actuaciones administrativas solicitadas en el punto IX del presente proveído y se resuelva respecto de la medida cautelar solicitada”, había planteado el magistrado, según indicó el ODC.
El juez también había solicitado “la totalidad de las actuaciones administrativas (estudios, informes, actos administrativos, etc.) que dieron origen a las tareas de remoción de las ciclovías”.

J.M.C.