Dos empresas chinas y una india compiten por renovar los trenes de la línea B
Se trata de tres firmas estatales de origen oriental: las chinas CITIC y CRRC y la india BEML
Un total de tres empresas presentaron sus ofertas para la licitación destinada a la renovación de la flota de la línea B del Subte, cuya apertura de sobres tuvo lugar el pasado viernes, tras haber sido postergada en cinco oportunidades. Fuentes oficiales confirmaron que las compañías participantes son las chinas CITIC y CRRC, junto con la india BEML. Las propuestas serán evaluadas en las próximas semanas por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), con el objetivo de avanzar en el proceso licitatorio iniciado a mediados de 2023.
Entre los aspectos destacados de esta apertura de sobres se encuentra la ausencia de fabricantes occidentales, particularmente de la empresa francesa Alstom. Esta firma, habitual proveedora del Subte y considerada una de las principales candidatas, era vista como una histórica favorita del Gobierno porteño. En contraste, las tres compañías participantes son de origen asiático y cuentan con capitales estatales y que al menos una de las empresas interesadas había solicitado recientemente una nueva prórroga, solicitud que no fue aceptada por SBASE. La empresa estatal evitó brindar mayores detalles, dado que se trata de un proceso de licitación en curso.
Cabe recordar que, según los requisitos establecidos, los oferentes debían demostrar no solo capacidad técnica para llevar a cabo el proyecto, sino también la presentación de una propuesta de financiamiento que cubriera, al menos, el 80% de la inversión total. Este criterio operó como un factor decisivo, ya que no todos los interesados contaban con los recursos financieros necesarios.
Entre los participantes, CITIC es el único que posee antecedentes en licitaciones del Subte. Este consorcio opera como intermediario y financista, sin fabricar directamente los trenes, ya que terceriza su producción. Por ejemplo, en años anteriores financió los 45 coches de la línea A adquiridos por el Gobierno Nacional y otros 105 adicionales comprados por la Ciudad, que posteriormente también comenzaron a circular en la línea C. La fabricación de estas unidades estuvo a cargo de CNR, ahora parte de CRRC, otra de las compañías chinas en la licitación, creada tras la fusión de CNR y CSR.
Por otro lado, la participación de BEML, una empresa de origen indio, constituye un hecho inédito en el país y en el resto de América Latina. Los fabricantes indios buscan ingresar al mercado de material rodante latinoamericano, un sector que ha cobrado creciente relevancia en el escenario internacional.