Se desdoblan las elecciones porteñas 2025 por decreto
Tambien negocia con otras fuerzas políticas la suspensión de las PASO
La Ciudad de Buenos Aires llevará a cabo una modificación en el calendario electoral de las elecciones legislativas de 2025, dividiendo el proceso en dos etapas. Esta reprogramación será formalizada mediante un decreto, firmado por Jorge Macri, el cual se publicó el viernes en el Boletín Oficial. La convocatoria a las urnas podría tener lugar en el mes de julio. Además, el gobierno enviará a la Legislatura un proyecto de ley con el fin de suspender las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). En paralelo, el sector oficialista está llevando a cabo negociaciones para alcanzar consensos en torno a esta decisión.
El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha firmado el documento que, en la práctica, resultará en una separación de los comicios locales respecto a los que se llevarán a cabo a nivel nacional. En el próximo ciclo electoral, la elección de los legisladores y comuneros de la Ciudad se adelantará a la de los diputados y senadores que representarán a la jurisdicción en el Congreso de la Nación.
En la actualidad, la fecha que se está considerando en la sede gubernamental de Uspallata para la convocatoria a las urnas sería el 6 de julio, es decir, un mes antes de las primarias nacionales, previstas para el 3 de agosto. La decisión de Macri tiene como objetivo evitar que la contienda nacional, en la que se enfrentarán las principales candidaturas, influya o distorsione la campaña porteña, según explicaron fuentes de Uspallata. Se busca que esta última se centre exclusivamente en las necesidades y demandas de la ciudadanía local.
Desde el punto de vista político, la separación de las elecciones tiene como principal objetivo fortalecer la competitividad del PRO en la Legislatura. Los miembros del PRO forman parte del interbloque Vamos por Más, junto con la Coalición Cívica, sumando 15 de las 60 bancas. Lejos de alcanzar el quórum propio, el oficialismo se ve obligado, más que nunca, a recurrir al consenso para obtener el apoyo de la UCR (8 bancas) y otros aliados.
Con la reprogramación electoral, Macri busca frenar el crecimiento del sector libertario en el parlamento, ya que, según fuentes cercanas al jefe de Gobierno, se podría reducir el caudal de votos provenientes de la lista nacional de La Libertad Avanza (LLA) hacia su versión porteña. En la actualidad, el bloque libertario cuenta con ocho bancas, divididas en dos subgrupos: los «oficiales», encabezados por Pilar Ramírez, colaboradora de Karina Milei, y los disidentes, alineados con Ramiro Marra.
La situación del PRO en la Legislatura lo obliga a negociar no solo con bloques opositores de carácter dialoguista, sino también con los propios libertarios y liberales, con quienes compite por la agenda de un electorado conservador porteño que, en los últimos 17 años, se identificó principalmente con el color amarillo. A pesar de las similitudes entre ambas propuestas, desde el Gobierno porteño defienden su capacidad de gestión y de generar consensos como una clara diferencia frente a sus competidores.
De cara a los comicios, en Parque Patricios sostienen que el mejor escenario posible para el oficialismo sería alcanzar alrededor de 20 legisladores propios. Con este número, se lograría evitar una dependencia ocasional de los libertarios, lo que permitiría evitar la repetición de lo sucedido en la última sesión de la Legislatura, cuando el oficialismo debió recurrir a los «díscolos» del bloque libertario para aprobar el Presupuesto. Además, se abriría la posibilidad de profundizar la agenda impulsada desde Uspallata.
Más allá de la competencia con el sector de Milei, Jorge Macri enfrenta también una disputa interna dentro del bloque PRO, con legisladores cercanos a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quienes expresaron su disconformidad con la decisión de desdoblar las elecciones. «Consideramos que no es adecuado separar las elecciones. No tiene sentido», manifestaron.
Desde el peronismo, en el entorno del legislador Matías Lammens se consideró que todo lo relacionado con los intereses de la Ciudad debe ser objeto de un espacio de discusión, aunque se expresaron dudas sobre los motivos reales detrás del desdoblamiento electoral. No obstante, destacaron que esta situación representará «una buena oportunidad» para plebiscitar la gestión actual.