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Se vendió un edificio del INTA en Palermo

Fue por subasta y en USD 18,5 millones superando todas las estimaciones previas

Un inmueble del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ubicado en la intersección de Cerviño y Ortiz de Ocampo, en el barrio de Palermo, fue vendido por USD 18,5 millones en una subasta pública llevada a cabo el 23 de diciembre. Esta propiedad es parte de un plan del Gobierno nacional para vender más de 300 bienes del Estado y obtener aproximadamente USD 800 millones.

El precio final superó con creces la base inicial de USD 6,378 millones, alcanzando un récord histórico para este tipo de transacciones, según informaron fuentes oficiales. La subasta captó el interés de 18 oferentes registrados, incluyendo algunas de las empresas más destacadas del mercado inmobiliario argentino. La propiedad fue comprada por Brukman Mansilla, una empresa de renombre en el sector.

La subasta fue gestionada por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) a través de la plataforma digital Subast.ar. El Tribunal de Tasaciones de la Nación había estimado inicialmente el valor del inmueble en USD 5,741 millones, considerando su ubicación estratégica y sus características edilicias. Sin embargo, las ofertas aumentaron considerablemente a lo largo del proceso.

El edificio, que se encuentra en excelente estado de conservación, tiene una superficie cubierta total de 3.143 metros cuadrados y es apto para usos residenciales u oficinas. Actualmente, alberga oficinas administrativas y varias dependencias del INTA, como las Direcciones Nacionales de Vinculación Tecnológica y Relaciones Institucionales, así como otras entidades vinculadas a la innovación tecnológica agropecuaria.

La operación generó críticas por parte de gremios y trabajadores del organismo, quienes argumentaron que la decisión respondía a la subutilización del inmueble, aunque este punto fue cuestionado por diversas voces. La normativa de la subasta establece que el comprador debe construir al menos el 75% de la superficie cubierta permitida, restringiendo los usos a proyectos residenciales y de oficinas.

La venta del edificio del INTA constituye uno de los avances más importantes en el plan del Gobierno para mejorar la gestión de los bienes públicos. Este programa abarca tanto propiedades en desuso como terrenos baldíos y activos inmobiliarios ubicados en diversas provincias de Argentina.

El plan de venta de inmuebles públicos, en el que se inscribe esta subasta, forma parte de una estrategia gubernamental para optimizar los recursos. Este programa abarca propiedades en desuso, terrenos baldíos y activos subutilizados en diversas regiones del país. La expectativa oficial es que los fondos recaudados se destinen a fortalecer políticas públicas, aunque aún no se ha especificado cómo se utilizarán estos ingresos.

La subasta también generó resistencia por parte de gremios y trabajadores del INTA, quienes se manifestaron en las semanas previas al remate. Según su postura, el edificio aún tenía potencial para ser utilizado con fines administrativos, y las proyecciones del organismo indicaban que podría optimizarse para albergar hasta 256 empleados, un número considerablemente mayor a los aproximadamente 100 que lo ocupaban actualmente.