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La Londres argentina pero en Palermo

Esta construcción también conocida como «La Colorada» existe desde 1911

Para sentirse en Londres no hace falta tomar un avión, alcanza con caminar por las calles de Palermo. En una esquina del barrio porteño se encuentra un rincón que recrea el estilo de Inglaterra. Se trata de la «Londres Argentina», un edificio histórico de arquitectura europea, ubicado en la intersección de las calles Cabello y República Árabe Siria.

A esta construcción también la llaman «La Colorada» por el color de la fachada y por sus ladrillos a la vista. Este complejo existe desde el 1911, cuando el arquitecto e ingeniero inglés Regis Pigeon adquirió un terreno en Las Heras segunda y Malabia, en la actualidad Cabello y República Árabe Siria.

La idea del arquitecto era recrear la arquitectura de su país natal pero en el corazón de Buenos Aires. Para la construcción utilizó materiales traídos exclusivamente de Europa que llegaron en los barcos que exportaban carne argentina al viejo continente. Para no volver vacíos, traían cerámicas, herrajes, puertas, ventanas, pisos y molduras, entre otras cosas.

Según contó la arquitecta Andrea Guerrieri, especializada en recuperación de edificios históricos, a principios del siglo XX, «La Colorada» era llamativa por su tamaño y por su lenguaje arquitectónico.

“Cabe destacar su vínculo estilístico con La Casona, un pequeño edificio diseñado por el ingeniero militar Jordan Wysocki en el Jardín Botánico en 1881. Ambas estructuras comparten una impronta ladrillera de origen inglés, destacando la riqueza arquitectónica que contribuye a la historia visual de la ciudad”

Esta maravilla arquitectónica se construyó después de la Revolución Industrial y fue creado con el objetivo de albergar personal jerárquico ferroviario en Argentina. Luego, fue vendido en el año 1953 a la familia Mitre, que lo subdividió en 28 unidades funcionales.

El complejo tiene cuatro pisos con departamentos y un gran sótano, donde originalmente vivía la servidumbre, en la actualidad utilizados como bauleras. Además, el gran edificio tiene un exclusivo ascensor jaula, suministrado por la firma Roux-Combaluzier, similar a los de la Torre Eiffel de París, Francia.

Hoy en día, las unidades son de uso profesional o comercial. Se mantienen en un excelente estado y no se vendieron departamentos en los últimos 10 años y tampoco están a la venta, ya que sus dueños están orgullosos y felices con este histórico lugar.