Cuando el juego es la bandera de la infancia
La juegoteca de Liniers celebra sus quince años en el barrio y reivindica la importancia de jugar en la niñez.
El 27 de septiembre de 1990 Argentina ratificó la Convención Internacional sobre los derechos de niños, niñas y adolescentes que, entre otros puntos, consagra al juego como “derecho insustituible”. En 2005, en conmemoración de esa fecha, la Ciudad de Buenos Aires instituyó el Día del Derecho a Jugar, pero cinco años antes ya había dado muestras claras de la importancia que le otorga a este tema, con la creación del Programa Juegotecas Barriales, que depende del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, a través de la Dirección General de Niñez y Adolescencia. La esencia del Programa apunta a promover el derecho de niñas y niños a jugar, ante la falta de espacios seguros en la ciudad. “Es que con el tiempo se fueron perdiendo la vereda y el potrero, entonces era necesario crear alternativas para que el tiempo del ocio en los chicos no se viera afectado”, explica Cristina Maderna, coordinadora de la Juegoteca Liniers, que está próxima a cumplir sus primeros quince años de labor en el barrio.
Actualmente son 17 las juegotecas barriales distribuidas en distintos barrios de la Ciudad, y la de Liniers es la única que funciona en la Comuna 9.
“El objetivo principal es generar un espacio de juego cerca de casa, potenciando el lugar de niñas y niños en la comunidad. Pero la idea también es fortalecer vínculos familiares y articular con distintos efectores comunitarios (de salud, educación, cultura), siempre en post de difundir la Convención de los Derechos de niñas, niños y adolescentes y velando por su cumplimiento”, explica Maderna. En ese sentido, la Juegoteca no sólo trabaja con niñas y niños, sino también con su familia y la comunidad barrial.
La juegoteca de Liniers funciona desde 2009 en la histórica sede de la Unión Vecinal Liniers Sud, sita en el pasaje Félix de Origone 956, a metros de Montiel y Jorge Chaves. Desde entonces, decenas de chicos del barrio de entre 3 y 13 años se acercan cada semana a disfrutar de juegos grupales e interactivos. Los más pequeños (de 3 a 5 años) lo hacen de lunes a jueves de 14:30 a 16:30; los de 6 a 8 años asisten martes y jueves de 17 a 19; mientras que los de 9 a 13 años se acercan los lunes y miércoles de 17 a 19.
Cada tarde se organiza en tres momentos: juego libre (con elección de propuesta), merienda y juego coordinado grupal. “Las alternativas son variadas –subraya Maderna- el juego en sí permite un amplio despliegue, con propuestas artísticas, deportivas, literarias y musicales. Pero también hay tiempo para los juegos tradicionales, como la mancha o saltar la soga, y para los juegos simbólicos, como personificar oficios o ser como mamá o papá, construir con bloques y jugar con muñecas y muñecos. Y a todo eso se suma el sector de juegos de mesa”.
En la actualidad son tres los profesores a cargo. Además de Cristina Maderna –quien desde comienzos de este año se encarga también de la coordinación- están Florencia, Sebastián. A ellos se les suma Facundo, el supevisor, y Natalia, a cargo del área técnica. “Nos formamos en el campo de la recreación, la educación y lo sociocomunitario”, aclara la coordinadora.
No obstante, el plantel docente sufrió una marcada disminución de un tiempo a esta parte. “Desde hace aproximadamente cinco años –cuenta Maderna- nos encontramos con una merma constante y permanente a nivel presupuestario. Esto se evidencia notoriamente en la disminución del equipo docente: pasamos de ser cuatro o cinco profes por espacio, a equipos de dos o tres. Y lo mismo ocurrió con el equipo técnico profesional, que pasó de estar conformado por ocho personas a tener tres”.
Esa escasez de presupuesto no sólo atentó contra el plantel docente, sino que además impactó en la falta de insumos para realizar actividades. “Lo que implica que muchas veces trabajemos con donaciones que nos hacen llegar vecinos o las mismas familias. El apoyo alimentario que brindamos, no obstante, en ningún momento se cortó”, remarcó Maderna.
El juego se relaciona con la recreación, por eso también, eventualmente, se organizan salidas gestionadas desde el Programa o desde la Juegoteca. Allí los chicos visitan museos, centros culturales, teatros, parques y bibliotecas. “Además –enfatiza la coordinadora- cada año se propone una actividad especial para cada grupo. Este año los más chicos asistieron a una función teatral acá en la sede, los grupos de medianos fuimos a la Biblioteca de la Estación, en Once, y al Instituto de tiempo libre y recreación. Y los más grandes tienen la propuesta de campamento, que este año será en el Espacio Garrigós, de La Paternal. Lo lindo de esas salidas es que los chicos de distintos barrios se conocen jugando”.
Pero la frutilla del postre llegará el viernes 6 de diciembre próximo, cuando la juegoteca de Liniers celebre sus quince años en el barrio. Para entonces está previsto un gran festejo en el que además de los chicos que participan a diario, estarán invitadas las instituciones locales y los vecinos. “Estén atentos a nuestras redes -Instagram: @juegotecaliniers- porque queremos celebrar todos juntos. Y claro, lo vamos a hacer jugando”, concluye Maderna.
Divertirse y pasarla bien sin la pantalla del celular
En plena era digital, la proliferación de pantallas táctiles parece haberse ensañado contra la actividad física de los niños y los juegos compartidos. La juegoteca es consciente de esto y trata de que la batalla no sea tan desigual. “Uno de los motivos por el que los chicos asisten a la juegoteca es justamente por la presencia en exceso de la pantalla. Acá, en general, no utilizamos pantallas, no hay celular ni tablets. Como contrapartida, tenemos un catálogo de juegos y juguetes, de propuestas para hacer, antes que sentarse con el celular”, expresa la coordinadora. No obstante, tratan de que el corte no sea tan abrupto. “Entendemos que son subjetividades mediatizadas, atravesadas por el consumo de videojuegos y redes sociales. Por eso muchas veces tomamos eso que traen niñas y niños para llevarlo a la vida diaria, pasamos del video juego a lo real, jugando por ejemplo al Among Us, un símil policías y ladrones de antaño, o una mancha Pac Man. También hacemos juegos de pantalla o tomamos la música de la película de moda. Entendemos que eso nos sirve como un medio para jugar”, completa Maderna.
– ¿Considera que hoy el tiempo de ocio en los niños se ha volcado casi exclusivamente a la pantalla del celular?
– Si bien hay una alta demanda de los dispositivos digitales, en la juegoteca notamos que conviven con propuestas como ir a la plaza, cocinar en familia, juntarse a jugar en una casa, compartir juegos o leer. Muchas veces comparten el juego del día con la familia, entonces la recreación sigue en casa. Si creo que es esencial acompañar a niñas y niños en el juego, compartir, proponer, animarse. Es importantísimo jugar, no sólo en la infancia. A todos nos hace bien.